Este trabajo parte de la idea de que la inmersión en una situación crítica de fracaso de una empresa, y su posterior recuperación, depende no sólo de su capacidad de gestión, sino también de su capacidad de relación, porque, ante dificultades, la colaboración de los stakeholders resulta especialmente relevante para superarlas. Cabría hablar pues de “corresponsabilidad de los stakeholders en situaciones de crisis empresarial”, dado que el comportamiento de cada uno de éstos podría afectar al resto y, en última instancia, a la supervivencia de la empresa