El objetivo de SERES es acompañar en este camino de aprendizaje, conocer los riesgos, entender mejor los retos y las oportunidades de la IA anticipándonos e incluyendo a todos los colectivos de la sociedad. En este sentido, desde el IESE se resaltó que la IA trae cuestiones muy positivas para luchar contra desigualdad, conexión entre las personas, pero también puede generar problemas nuevos y aumentar los existentes.
Dentro del contexto de la Inteligencia Artificial se habló de: el impacto de los sesgos, dado que la IA aprende a identificar los patrones introducidos; la explicabilidad presentando mayor riesgo en sectores con impacto personal, emocional o financiero y la supervisión abriendo un debate sobre si los humanos deben controlar el resultado final. Por otro lado, también se enfocó en cómo impacta a la sociedad desde diferentes ejes: género (ej: chatbots sin identificación de voz), infancia (ej los niños entre 3-10 años confían más en dispositivos como Alea frente a desconocidos), privacidad (exposición de los datos), identidad (ej: sistemas de reconocimiento facial que buscan aportar excelencia al cliente) y en el futuro del trabajo de las compañías (Ej: puestos como los que se entienden hoy podrían desaparecer).
En el panel se contó con empresas diversas que aportaron su visión sectorial en este ámbito: Lourdes Ripoll (Adjunta al CEO y VP, RSC), destacó que en la hostelería el cliente en su experiencia quiere un trato humano por el valor añadido que aporta. Señaló que las compañías buscan los perfiles en base a sus necesidades y que lo idóneo sería combinar los perfiles tecnológicos con los éticos para no dejar de lado a las personas en el proceso y menos aún a las más vulnerables.
Antonio García (Head of AI assets, NTT Data), citó las 3 leyes de la robótica de Isaac Asimov: un robot no puede dañar persona, debe obedecerle y protegerse a sí mismo. Resaltó el valor de la explicabilidad para entender el porqué de la toma de determinadas decisiones y la posibilidad de que se abra una puerta hacia una actividad fraudulenta siendo la confianza la commodity más valorada actualmente.
Elena García (Digital IT Manager, AI & Innovation, Vodafone), mencionó que en definitiva todos los clientes buscan la transparencia. El avance tecnológico en los últimos 20 años nos hace más conscientes de los peligros que hay. Las nuevas generaciones no tienen consciencia de los riesgos.
Entre las preguntas de los asistentes se interesaron en poner en valor la libertad de pensamiento o en conocer si los algoritmos estaban o no incluyendo a los más vulnerables en los procesos.
En definitiva, la tecnología está impactando sobre la vida de las personas transformando puestos de trabajo. ¿Cómo se puede asegurar que el este impacto sea positivo y que no deje a nadie atrás? Se necesitará que los perfiles tecnológicos y de RSC trabajen de manera conjunta.