Hoy en día, la medición del impacto de los programas de RSC se ha convertido en una necesidad en el seno de las empresas para analizar la aportación de valor de sus actuaciones sobre sus grupos de interés y promover el control y la mejora continua de los resultados de estos programas. La cuantificación se impone así como un requerimiento tanto para la comunicación no financiera de las actividades de la organización, como para la evaluación y seguimiento de la gestión de su RSC.
Es fundamental, además, que esta medición abarque no sólo el valor social creado sino también el impacto sobre la cuenta de resultados de la RSC. El primero para asegurar que el fin principal de las actuaciones se está cumpliendo y lograr dar mayor rigor y credibilidad a la comunicación externa. El segundo es importante para cuantificar el valor empresarial generado de cara a la integración de la RSC en el core business de la empresa, apoyando la comunicación interna de las iniciativas.