La tasa de paro de los jóvenes que conviven con sus padres supera el 43% lo que les impide emanciparse y obliga a muchos, que crearon un hogar,
a volver con sus hijos a la casa paterna. Esta situación evidencia la solidaridad intergeneracional que la familia desempeña así como el papel redistributivo de renta que
lleva a cabo entre generaciones –de abuelos y padres cuidadores a hijos y
nietos-
Estos
datos proceden de un estudio realizado por la Cátedra de Políticas de Familia
Acción Familiar-Universidad Complutense, que analiza la situación del mercado
de trabajo y pone de manifiesto la importancia del papel de estabilidad y
cohesión social que la familia está desarrollando, especialmente durante la
actual crisis económica.
El paro
es hoy el principal problema de la economía española. Pero, como muestra el
estudio, sus consecuencias son especialmente preocupantes si los datos se
analizan desde una perspectiva de
familia.
En 2013 el 38,3% de los parados eran cabezas
de familia, es decir, casi 2,3 millones. La
crisis, afirma el trabajo, está dañando de manera especial a las familias, por
lo que es necesario que los poderes públicos les proporcionen ayudas especificas y actuaciones de apoyo, que
no de sustitución, que les permitan continuar desarrollando su papel protector
y estabilizador.
Hay que tener
en cuenta que el impacto de la crisis no
es igual en todos los casos, pues aunque todas las configuraciones familiares han
visto disminuir su tasa de empleo, los descensos son especialmente elevados
–más de 13 puntos- en las monoparentales, que son las que presentan un mayor
número de parados.
El estudio recoge un exhaustivo análisis del
mercado de trabajo atendiendo a la configuración y composición familiar, diferenciando
entre la posición de hombres y mujeres. Ello ayuda a detectar que las principales desigualdades se encuentran en la maternidad.
Termina
con algunas reflexiones finales de
las que se destacan tres:
- El análisis de las grandes cifras del mercado
muestran la importancia que la
familia tiene como institución estabilizadora y de cohesión social.
- Si
se quiere alcanzar una verdadera igualdad entre hombres y mujeres es
necesario hacerlo con una perspectiva de familia. Ello
exige además, la puesta en marcha de actuaciones de protección y apoyo a la maternidad que permitan a las mujeres
acceder y permanecer en el mercado laboral, sin tener que renunciar a
tener hijos, como actualmente ocurre en España.
- De
las cifras analizadas se desprende que las familias están actuando como
unidades que facilitan la redistribución de la renta entre personas y
generaciones, convirtiéndose así en instituciones indispensables para el
desarrollo y sostenibilidad de nuestra sociedad. Las nuevas
políticas que las apoyen se deberán establecer sobre un nuevo pacto social
entre generaciones, centrado y fundamentado en los jóvenes y en la familia.
Hay que recuperar el valor
de las relaciones familiares como constructoras de una sociedad más estable,
cohesionada y humana.