Los expertos que han participado en la jornada han coincidido al considerar la ética asistencial como un estímulo a desarrollar en el ámbito sociosanitario. El acto, organizado por Caser Residencial en su recién inaugurado centro Caser Residencial La Moraleja en Alcobendas, ha contado con la intervención de apertura del Director General del IMSERSO, César Beltrán.
El Director General del IMSERSO ha destacado la conveniencia de poner en marcha iniciativas relacionadas con la ética y la calidad asistencial entre todos los agentes para evolucionar en los cuidados a las personas mayores además de la importancia de implicar a los profesionales de los centros.
El Director General del Mayor, José Ramón Menéndez Aquino se ha ocupado de la clausura de las jornadas afirmando que estas iniciativas cobran aún mayor relevancia en entornos como los centros sociosanitarios, en los que discurre la vida de personas dependientes y suponen adicionalmente un importante impulso y ejemplo para el sector.
Valentín García, Director General de Caser Residencial, ha destacado la relación que tienen los comites de etica con la calidad y con la excelencia, ya que "los comites de etica en residencias de tercera edad y centros sociosanitarios contribuyen de manera importante a mejorar la calidad de vida de las personas mayores a través de la mejor gestión de valores y del conflicto de valor y la promoción de las buenas prácticas"
Estas jornadas son el punto de partida del Comité de Ética que acaba de constituir Caser Residencial, y que pone además a disposición de los más de 1.300 profesionales que trabajan en alguna de las 15 residencias de la compañía.
Los doctores Diego Gracia, Catedrático Emérito de Medicina de la UCM y Lydia Feito, Profesora de Bioética de la UCM, han explicado, a través de sus exposiciones, que los comités de ética, tan usuales en el medio sanitario, deben trasladarse al social y sociosanitario. “El objetivo de la ética es, precisamente, la promoción de los valores, ayudando a su gestión más correcta y a la búsqueda de la máxima calidad. Todos los seres humanos tenemos valores y queremos que se nos respeten. Cuando esto no se hace así, lo vivimos como una agresión. De ahí la necesidad de formar a los profesionales en general, y a los que trabajan en residencias asistidas, en la gestión correcta de los valores, a fin de que su actividad profesional alcance la máxima calidad. Esto es hoy algo usual en el medio sanitario, pero no tanto en el social y sociosanitario”, concretó el Dr. Gracia.