Testimonio de 3 cooperantes españoles de CESAL
2012 ha sido un año lleno de sorpresas, descubrimientos y crecimiento... Los directores de CESAL en Ecuador, Haití y Honduras nos dan su visión sobre el último año y nos cuentan las esperanzas que tienen para el que acaba de entrar: 2013.
Todos ellos españoles que llevan muchos años viviendo la cooperación en estos países.
¿POR QUÉ TRABAJAS EN CESAL?
Rosa Fernández, directora de CESAL Ecuador: Porque hace cinco años me conmoví al encontrar una familia damnificada por el terremoto de Chincha (Perú) que al perder su casa y, quizá algún familiar, habían perdido también la conciencia de su dignidad como personas. Estaban asustados, anulados en su iniciativa y sin saber desde dónde recomenzar. Luego fui a Ecuador, me volví a conmover por situaciones similares y me quedé trabajando allí.
Jordi Bach, director de CESAL Haití: Trabajo aquí porque es la manera que tengo de desarrollarme como persona, de aprender. Mejorar y desarrollarme profesionalmente. Y de poder ver en mis capacidades. Es un estilo de vida, vivir fuera de España.
José Rodríguez Parmo, director de CESAL Honduras: Lo que más agradezco en el trabajo de CESAL es encontrarme con personas que tienen una pasión grande por la vida, que no se rinden, que luchan y viven honradamente, compartiendo y dándose a otros. El trabajo de CESAL es precioso porque tenemos la oportunidad de estar cerca de estas personas, conocerlas y quererlas.
¿QUÉ HA SIDO LO MÁS DURO DE 2012?
J.R.P: Cuando me enteré del asesinato de nuestro compañero y amigo Eduby Rodríguez, coordinador de CESAL de la Oficina de Tomalá (Lempira). Sentí una gran confusión y pensé en ese momento que no tenía sentido seguir que habíamos llegado al final del trabajo, de nuestra tarea en Honduras. Fueron horas muy difíciles.
J.B: Muchos compañeros y personas que conocía y quería se han ido tras el terremoto.
R.F: Haber desaprovechado "lo peor" o "lo más duro", en apariencia, como ocasión para crecer.
¿QUÉ HA SIDO LO MEJOR DE 2012?
J.R.P: Paradójicamente, lo mejor ha sido el poder constatar que el mal sufrido no puede con el bien que ha hecho CESAL a través de Eduby y sigue haciendo. Decenas de personas estuvieron esperando el cuerpo de Eduby donde trabajaba y luego en el entierro, una muestra incuestionable del aprecio que se había ganado y del bien que había llevado a través de su persona y los proyectos de CESAL a esta zona del país. Hubieron muchos testimonios de personas agradecidas con él y CESAL.
J.B: Hemos salido de una mentalidad y crisis sufrida por un terremoto. Ahora se está cambiando de chip: empieza a haber cambios, mejoras más visibles, la gente y uno mismo en la normalidad del día a día, de las relaciones... Un ejemplo de cambio fuerte es el retorno de los refugiados a sus casas desde las tiendas en las que han vivido durante dos años.
R.F: Uno de los resultados de nuestro trabajo de estos años: 135 familias que vivían en situaciones vulnerables de riesgo, pero sin ser conscientes de ello, ahora viven en un lugar seguro. En Picoazá, Portoviejo, de la provincia de Manabí en Ecuador. Se cambiaron voluntariamente, no sin sacrificio. Desmontaron ellos mismos sus antiguas casas. Ahora han comenzado a vivir en su nuevo barrio, María de la Asunción (así lo han querido llamar) aprendiendo a afrontar juntos la construcción de una convivencia comunitaria en armonía relacionándose con diversas instituciones de la administración local. Lo mejor: el cambio de sus personas.
¿QUÉ ESPERAS DE 2013?
J.B: Espero que los refugiados haitianos puedan tener un barrio, una casa, que sea tranquilo en los ámbitos político, social y de conflictos; que haya una estabilidad que permita que se sigan dando pasos.
J.R.P: Lo que espero del 2013, lógicamente poder cumplir con los importantes retos que tenemos por delante, en materia de consecución de nuevas propuestas e intervenciones para Honduras. Que éstas sean pertinentes y adecuadas para las comunidades que más lo necesitas. Pero también, que además de este deseable éxito, también maduremos como personas, que el trabajo nos haga más profesionales y más sensibles a las necesidades de los hombres y mujeres hondureños, imitando el ejemplo que nos dejó Eduby.
R.F: Vivir de forma que haga lo que haga, esté donde esté, pueda contribuir a la construcción buena del mundo.