Mirna de Jesús camina cada día una hora larga para tomar el autobús
que la lleva a Francisco Zambrano, departamento de Honduras, y unos 15
minutos más por una gran cuesta hasta llegar al Centro Aragua, donde
toma clases de Panadería. El Centro le paga 25 lempiras diarios para que
este último tramo lo pueda hacer en ‘mototaxi’, pero ella necesita
ahorrar todo lo posible para sus seis hijos.
Mirna es una de las 300 mujeres que se formarán en el Centro de
desarrollo rural Aragua en áreas como Corte y Confección, Panadería y
Belleza, en el marco de un proyecto dirigido a la mejora de la formación profesional de la mujer hondureña, co-ejecutado por la Asociación Hondureña para la Promoción Educativa (AHPE) y Fundación del Valle, y financiado por Food For The Poor.

A través de los talleres impartidos por el centro se capacita a las mujeres, especialmente a las más jóvenes, para que puedan acceder a puestos de trabajo en el entorno de sus comunidades
o bien crear sus propios negocios. De este modo, además de posibilitar
que aumenten sus ingresos, se fomenta la autoestima e independencia de
las mujeres, frenando además su emigración a la ciudad.
El pasado 11 de mayo, se celebró la clausura del primer turno de
talleres. Hasta el momento, por las aulas del centro han pasado 35
alumnas de Corte y Confección, 25 de Panadería y 30 de Belleza. Como
muchas otras, Mirna de Jesús, es un ejemplo de esfuerzo e iniciativa.
Un día, Mirna sorprendió a Doña Ada, chef responsable de la
capacitación en Panadería, porque a las pocas horas de aprender a
cocinar ‘donas’ (equivalente al donut) las preparó en su casa y las
vendió a sus vecinos. Ya lo ha hecho en varias ocasiones y, como ella
misma confiesa, “ahora mis vecinos me piden que las haga rellenas y siguen creciendo mis ventas”.
Y así, con el apoyo del Centro Aragua, Mirna proseguirá su desarrollo
hasta convertirse en una mujer con un empleo digno capaz de salir
adelante por sí misma, siendo agente activo del progreso de su familia y su comunidad.
Crear oportunidades
Honduras hace frente a una tasa de subempleo visible del 8,1% en el área rural y una tasa de subempleo invisible del 35,7%. Esta situación afecta particularmente a la mujer,
principalmente a aquellas que son cabeza de familia y encuentran
dificultades para ejercer un trabajo fuera del hogar al tener a su cargo
el cuidado de sus hijos.
Para combatir las causas que limitan el acceso a las oportunidades y
ayudarles a salir del círculo de pobreza y marginación social en el que
viven, AHPE implementa desde hace más de 23
años este programa de capacitación de la mujer campesina a través del
Centro Aragua donde, hasta 2010, se han capacitado más de 1.000 mujeres en diversas áreas como Costura o Manualidades.
Proporcionar a la mujer los recursos y conocimientos necesarios para
liderar su desarrollo, implica contribuir al crecimiento económico y
social de un país con mucho que ofrecer.