Un grupo de 25 dircom españoles tratan de anticipar cuál será su función en un futuro muy cercano. Aventuran cuáles serán sus nuevas atribuciones y responsabilidades, sus nuevos desafíos, sus nuevas herramientas y canales de comunicación y, por supuesto, la relación que mantendrán con nosotros, las agencias de comunicación.
Reflexionar sobre el futuro es apasionante, pero coincidiréis conmigo en que acertar de pleno es complicado y solo lo han conseguido a lo largo de los tiempos seres excepcionales tocados con el dedo de la gracia. Los demás mortales han –hemos- cimentado toda visión de futuro en un análisis riguroso del presente, lo que tiene también gran mérito. Analizando ese presente, los más ágiles toman decisiones para avanzar hacia el futuro. Los más agudos y flexibles saben ver antes que otros por dónde hay que ir. Y deciden fortalecer las tendencias que se empiezan a abrir paso con éxito y abandonan o relegan las que están perdiendo aceptación y dejando de aportar un valor diferenciador. Este es el análisis -inteligente, como no podía ser de otra manera- que hemos detectado en las respuestas de todos y cada uno
de los dircom que han participado en este trabajo. O dicho de otra forma, ese futuro que aventuran para 2025, forma ya parte de su presente, una realidad cambiante y agotaadora que no dejan de escrutar cada minuto para ir construyendo el futuro que necesitan.