Las empresas tienen un
compromiso fundamental en la consecución del ODS 4 en España, donde la tasa de abandono escolar temprano es una de las más altas de la UE. La crisis del COVID-19 hace todavía más urgente la necesidad de garantizar una educación de calidad. En este informe se proponen diversas recomendaciones para que las empresas asuman un papel más relevante en la consecución de este ODS.
Desarrollar iniciativas que contribuyan a alcanzar este objetivo es clave para salir de la pobreza, favorecer la reducción de la desigualdad, mejorar la conciencia social y medioambiental y ser un motor para la economía y la innovación. Y como indica el informe, precisamente España tiene un ancho margen de mejora en esta cuestión;
de acuerdo con los datos de Eurostat, la tasa de abandono escolar temprano nacional se situó en un 17,9% en 2018, la segunda tasa más alta de la UE -la media comunitaria es de un 10,6%-, y la tasa de paro entre los jóvenes españoles alcanza el 34% (2018).
¿Por qué las empresas son indispensables en la consecución de este ODS?
A corto plazo, hacerlo puede
mejorar su posicionamiento estratégico; fomentar el orgullo de pertenencia de los empleados y reforzar la marca corporativa y marca como empleador, entre otros aspectos. Pero, a largo, es una oportunidad para estas organizaciones de contribuir directamente a la consecución de la Agenda 2030; de hacer más pequeño el gap tantas veces señalado entre el mundo de la educación y el ámbito empresarial y, en definitiva, de atajar de manera directa uno de los mayores retos que tienen las compañías por delante en un contexto de rápidos cambios tecnológicos y sociales: la batalla por el talento para cubrir sus necesidades.
Palancas pueden activar las empresas para contribuir directa o indirectamente a la consecución deL ODS 4:
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Formación y Engagement: En primer lugar, y como no podía ser de otro modo, la contribución de la empresa a este ODS pasa por proporcionar
formación de calidad a sus empleados, tanto competencias técnicas, como en
soft skills, y garantizando la igualdad de oportunidades. Además, más allá de la formación ofertada directamente por la empresa, otorgar determinados incentivos tanto económicos como en materia de flexibilidad para llevar a cabo acciones formativas, puede ser una vía complementaria para retener al talento clave de una organización, a la vez que se traslada todo este nuevo conocimiento a la compañía.
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Gestión del talento y del
gap formativo: En segundo lugar, el sector privado tiene la oportunidad de mitigar el desajuste existente entre la educación impartida en los centros educativos y las expectativas y requerimientos del mercado laboral y
mejorar la empleabilidad de los graduados, a través de programas de formación desarrollados junto a escuelas y universidades; becas y oportunidades de acceso al mercado laboral; o fomento de la diversidad mediante la presencia de niñas, jóvenes y mujeres en disciplinas STEM.
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Compromiso social: las empresas son conscientes de que el desarrollo de su actividad impacta en sus grupos de interés y en el entorno en el que operan y, en este marco, reafirman cada vez más su compromiso de apoyar y contribuir de manera positiva en el desarrollo de la sociedad. La educación es un ámbito de actuación completamente transversal que afecta a todas las empresas y países. En este, las compañías pueden apoyar
programas de formación y orientación laboral accesibles para los colectivos más vulnerables, orientados a minimizar el fracaso escolar y la reinserción en el mercado laboral; fomentar el voluntariado corporativo dirigido a cubrir la brecha entre la educación y el mercado laboral o impulsar iniciativas que mejoren el acceso a la educación en los países menos desarrollados donde las compañías desarrollen su actividad.
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Posicionamiento estratégico: en cuarto lugar, las empresas pueden generar alianzas estratégicas a largo plazo con actores del sistema educativo a través del desarrollo de cátedras universitarias, proyectos de investigación y observatorios; colaborar con foros y asociaciones sectoriales o temáticas; o posicionarse en materia de sostenibilidad mediante la concienciación sobre la importancia de los ODS y de la formación en materia de desarrollo sostenible. Todas estas
acciones pueden convertirse en un activo intangible de valor estratégico para la compañía, a la vez que una oportunidad para influir en el sistema educativo.
Principales conclusiones del estudio:
- El 96 % de las empresas encuestadas considera relevante el ODS 4 para su organización.
- El 92% desarrolla iniciativas que contribuyen directamente a la consecución del ODS 4.
- 5,34 sobre 10. Autoevaluación de las empresas sobre su contribución al ODS.
Barreras identificadas por las empresas en su contribución al ODS 4, Educación de Calidad:
- 6 de cada 10 compañías creen que falta coordinación entre AAPP y sector privado.
- El 58% alude a la escasa concienciación del rol de la empresa.
- Casi la mitad encuentra difícil el acceso al sistema educativo.
ODS 4: el rol de las empresas para conseguir una educación de calidad.