Los directivos de Comunicación, como gestores de los activos intangibles de las empresas, somos conscientes de la extraordinaria importancia que hoy reviste la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en todas sus vertientes. Lejos de ser una moda pasajera o una herramienta propia de las acciones de marketing, la responsabilidad es un elemento esencial de la empresa y debe llegar a formar parte de su propio ADN. Sólo las empresas realmente concienciadas del papel estratégico de la sostenibilidad permanecerán a largo plazo, porque sólo ellas serán capaces de establecer con la sociedad una relación simbiótica que aporte valor a ambas partes.