En SERES entendemos que la Innovación Social es conductor fundamental para dirigirnos con éxito hacia el nuevo paradigma económico. Un cambio de modelo en el que no solamente nos encontramos con la economía del conocimiento, también está la obligación de ser y hacer negocio responsable para crear un impacto positivo en los entornos en los que nos desenvolvemos. En este sentido, queremos ser partícipes de lo que está aconteciendo –a nivel nacional e internacional- en el ámbito de innovación y emprendimiento social. Durante el mes de marzo participamos en el TEDx Universidad de Navarra y en el III Foro de Innovación Social de Valencia. Nos gustaría compartir con vosotros el aprendizaje y las experiencias, las cuales, sin duda, nos inspiran a seguir creando Valor Compartido.
Comenzaremos con Batec Mobilty, empresa ganadora de Premios SERES 2015, por su modelo de negocio innovador y con un marcado fin social. Nos sentimos orgullosos de este ejemplo claro de valor compartido en innovación social, que ha conseguido un modelo de negocio escalable y sostenible a raíz de resolver un reto social eliminando barreras a personas con movilidad reducida.
La empresa fue fundada por Pau Bach, persona tetrapléjica que quiso hacer llegar a otras personas las soluciones de discapacidad que él mismo se fabricaba. Así empezaron en 2006 con su ingeniosa rueda auto impulsada que se incorpora a la silla de ruedas. A día de hoy, la plantilla está formada por casi 50 personas, donde la mitad de ellos son discapacitados. Están presentes en 20 países y en 2015 consiguieron una facturación de 3,1 millones de euros con unas buenas previsiones de crecimiento para los próximos años.
La ponencia vino de la mano de Laura Gonzalvo, Directora de Marketing de la empresa, que nos trasladó todo el proceso de creación de la compañía y cómo han ido creciendo gracias, en parte, al paraguas de Momentum Project, de BBVA, que les abrió las puertas a dos rondas de financiación en las que consiguieron un total de 600.000 € para desarrollar el producto y la internacionalización de la empresa.
La ponencia finalizó con la entrada de Javier Gascón (Embajador comercial de Batec Mobility) bajando las escaleras del auditorio gracias a su silla de ruedas Batec Mobility.
Innovación Social y Política Pública
A través de los 30 años de experiencia en el ámbito de la Cooperación y Desarrollo de María Elisa Bernal, aprendimos que muchas veces la innovación social nace como respuesta a situaciones de crisis o de pobreza extrema. La comunidad identifica los problemas pero, en general, carecen de los conocimientos técnicos o los recursos para crear soluciones de impacto. En este sentido, también reconocimos algunos de los principales obstáculos a los que se deben enfrentar los valientes innovadores sociales. Por ejemplo, innovar involucra un proceso de ensayo y error, por lo que debemos abogar por la paciencia, confiar en el mediano y largo plazo y considerar que es posible que nuestros esfuerzos no consigan el resultado esperado.
Por otro lado, entendimos un poco más sobre la limitante de la continuidad de los proyectos. Este problema se presenta con mayor frecuencia en el ámbito de la Administración Pública, ya que el periodo de legislatura no es suficiente para el desarrollo normal de los programas de innovación social y muchas veces algunos se dejan inconclusos o, debido al cambio de ejercicio, se cancelan o se comienzan desde cero. Lo anterior, impide que excelentes ideas lleguen a ser sostenibles económica y políticamente.
Afortunadamente, a pesar de lo arriba comentado, hay alrededor del mundo muchísimos casos de proyectos innovadores que comenzaron con una idea clara, fueron alcanzando objetivos concretos y se convirtieron en políticas públicas. Ejemplo de esto es el proyecto Hospedaje estudiantil en familia, Bolivia; iniciativa que fortalece la escolarización y disminuye la deserción escolar evitando que los estudiantes tengan que caminar largas horas para poder asistir a clase.
Poyectos locales escalables y con impacto global
Sophia Looney vino a contarnos su proyecto Open Works, un prototipo de ciudad participativa que lleva a cabo desde la fundación que dirige, y el viaje que ha realizado para evolucionar desde un prototipo a la participación masiva a gran escala en entornos urbanos. La idea surgió tras la observación, de Sophia, de la falta lugares donde colaborar con sus vecinos en distintas actividades sociales. La solución la encontró en las ventajas de la colaboración y la convivencia en comunidad. Las personas involucradas no solo salieron de la rutina diaria, sino que se empoderaron para hacer de su entorno un mejor lugar para vivir.
Sophia ha trabajado en distintos puestos en administraciones públicas en Inglaterra. Ha estado parte de su carrera experimentando distintas maneras de construir comunidades más resistentes y sostenibles gracias a los Servicios de Información. Open Works es la manera en que los ciudadanos colaboran en distintos proyectos para mejorar tanto la sostenibilidad económica como la social y medioambiental en su entorno.
Los vecinos de la localidad organizan sesiones para compartir, hacer, reparar, cocinar o cualquier tipo de actividad que puedan llevar a cabo de manera conjunta y que genere un impacto positivo en la vida de las personas. Hasta el momento han participado más de 5.000 personas por semana en 35.000 proyectos diferentes. Los números demuestran el éxito de la iniciativa, que está haciendo de la ciudad un lugar mejor para vivir.
Dimensión colectiva del arte
En general, en el mundo del modelaje, del cine y de la publicidad, las mujeres están en "posturas de sumisión, frágiles" mientras que los hombres son retratados en posiciones más erguidas. Hablamos de mujeres con Yolanda Domínguez, la artista que, después de estudiar Bellas Artes, comenzó a hacerse preguntas sobre la histórica representación de la mujer en posiciones horizontales. A través de creativas campañas como Poses (2011), en la que un grupo de mujeres traslada las poses que a diario vemos en las revistas a escenas cotidianas. Las imágenes, reflexiona, de alguna manera nos manipulan y nos influyen y, aunque escuchamos repetidamente que hemos avanzado a pasos agigantados en temas de género, Yolanda nos aterriza y, de una manera sumamente creativa, nos recuerda que falta mucho camino por recorrer.
¿Y las B-Corps?
José Lindo participó en una de las mesas como embajador del movimiento B-Corp en España. José nos explicó en qué consiste este movimiento, que ya cuenta con más de 2.000 empresas en 50 países diferentes y que tienen como fin que las compañías compitan por ser las mejores para el mundo, haciendo del mismo un lugar mejor para las personas. José lo definió de manera muy clara con la típica frase que dice: “debemos trabajar para dejar un mundo mejor a nuestros hijos”, la cual cambió diciendo que debemos educar a nuestros hijos para que construyan un mundo mejor.
En definitiva B-Corp es una certificación que acredita que la empresa está generando un impacto positivo en su entorno, tanto en la sociedad general como en toda su cadena de valor.
¿Te gustan los videojuegos? ¿Y si dos jóvenes emprendedores sociales te dieran los cinco pasos necesarios para hacer de tu cotidianeidad un juego? María Tatay y Jaime Grau de Prisma, una startup tecnológica que, mediante la aplicación de mecánica de juego y la metodología Lean Thinking (medir y obtener datos para eliminar o corregir aquellas tareas o procesos que no aportan valor al producto o cliente final). El objetivo es potenciar la satisfacción de los empleados y la productividad de la empresa.
Pero ¿cómo se hace?
Siguiendo las etapas clave de tu juego favorito. La premisa es que en un juego no todo es felicidad, algunas veces ganamos, otras perdemos; algunas veces nos frustramos y otras nos motivamos, pero lo que siempre queremos es seguir jugando. La gamificación funciona porque el individuo tiene objetivos concretos, cuenta con la información adecuada en el preciso momento que la necesita, también recibe constantemente feedback y, por último, el fracaso -“Game Over”- es la base del aprendizaje y lo que te motiva a seguir jugando hasta conseguir la maestría. Esto es especialmente importante para la innovación; aventurarse al ensayo y error teniendo confianza en que el fracaso no –siempre- va a ser penalizado.
Innovación Social, Tecnología y ciudades inteligentes
Carlo Ratti es un ingeniero y arquitecto italiano, también se considera a sí mismo con inventor, educador y activista. Es profesor en el MIT donde dirige el Senseable City Lab, un grupo de investigación que explora cómo las nuevas tecnologías están cambiando la forma en la que diseñamos y entendemos las ciudades. Carlo también ha trabajado para Harvard University, Universidad Politécnica de Torino o el Instituto Strelka en Moscú. Ha sido nombrado una de las 50 personas que cambiarán el mundo por la revista Wired y uno de los 50 diseñadores más influyentes de América por Fast Company.
En su ponencia, Carlo, habló sobre las ciudades inteligentes o smart cities ya que actualmente también es Presidente del Consejo de la Agenda Global del Foro Económico Mundial sobre Ciudades Futuras.
La charla versó sobre cómo los seres humanos van a interactuar con los edificios y el entorno en general. Esta interacción cambiará todo el modelo de ciudad que conocemos hasta ahora. Un ejemplo será la eliminación de los atascos en las ciudades, gracias a la tecnología, los coches serán inteligentes y evitarán cualquier tipo de aglomeración. Los semáforos para vehículos dejarán de ser útiles y los coches tendrán la capacidad de saber el momento exacto en el que pueden pasar por un cruce sin riesgo a ninguna colisión. Pero esta idea será aplicable a cualquier proceso cotidiano, como la gestión de residuos o la red de alcantarillado.
Ratti también habló del poder de estas tecnologías a la hora de empoderar al ciudadano medio, facilitando una gestión de las ciudades “bottom-up” que permitirá a las persona participar de manera activa en la toma de decisiones de su entorno.