Ya es factible poner en marcha rápida y fácilmente proyectos de acción social en los que participen grupos de empresas gracias al voluntariado colaborativo corporativo.
Los retos
A pesar de las innumerables ventajas de los programas de voluntariado corporativo, aún faltan muchas empresas (alrededor de la mitad según varios estudios) en sumarse a esta iniciativa de gran impacto social que va camino de convertirse en la principal actividad de RSC en España.
Es evidente que los dos principales retos para consolidar el voluntariado corporativo en España van a estar relacionados con conseguir que más compañías incorporen esta actividad de acción social en su estrategia de RSC y que se multiplique el número de proyectos y voluntarios disponibles en la totalidad de las organizaciones empresariales.
Mas allá de la endogamia
Sin duda las organizaciones como Fundación SERES y las ONG juegan un papel clave para ayudar a las empresas a enfocar sus proyectos de voluntariado y son primordiales para incorporar nuevas compañías al mundo de la acción social. Sin embargo, nos corresponde a las empresas buscar fórmulas que maximicen el impacto de nuestros proyectos de voluntariado desde la habitual colaboración ONG-empresa hacia la más compleja ONG-grupo de empresas.
A pesar de que existen notables iniciativas para impulsar proyectos de colaboración entre empresas (por ejemplo el reciente ‘Mercado de proyectos colaborativos’ de la Fundación Seres o las propuestas de las reuniones multiempresa de voluntariado corporativo de la Fundación Hazloposible), la realidad es que no es nada fácil que un grupo de compañías se pongan de acuerdo para ponerlos en marcha.
Es evidente que la naturaleza endogámica de las empresas, acostumbradas a competir y diferenciarse en sus respectivos sectores de actividad, no facilita este tipo de iniciativas de cooperación, pero también es cierto que si nos centramos en una colaboración desde la perspectiva de la contribución de nuestros voluntarios, deberían desaparecer las otras consideraciones relacionadas con la diferenciación, el importe de la donación, etc.
Redes de colaboración y trabajo colaborativo
En la búsqueda de una solución que permita facilitar esos proyectos entre varias empresas que impulsen exponencialmente el voluntariado corporativo y desde esa perspectiva de las personas mencionada antes, merece la pena tener en cuenta el fenómeno de las redes de colaboración.
Las redes de colaboración son conjuntos de personas que aportan trabajo intelectual a un proyecto con un objetivo común al grupo. Funcionan como un solo cerebro y es realmente asombroso la velocidad con la que alcanzan sus objetivos. Quizás dos de los ejemplos más representativos son la iniciativa de distribución y desarrollo de software libre llamado ‘código abierto’ y la Wikipedia.
Las redes de colaboración nos acercan las ventajas del trabajo colaborativo donde las personas implicadas forman un grupo homogéneo, el liderazgo y la responsabilidad son compartidos por todos y cuyo objetivo final, además de completar el trabajo, son el aprendizaje y la relación.
Voluntariado corporativo colaborativo
Una forma sencilla de organizar una red de colaboración sería seleccionar un colectivo de voluntarios sin la marca de nuestras empresas (inicialmente) y organizarlos por sus áreas de conocimiento (legal, finanzas, etc) en grupos de trabajo homogéneos. Así se lograría no sólo poner en marcha proyectos más innovadores y con un diseño mucho más completo sino que también se conseguiría multiplicar drásticamente el impacto sobre los colectivos desfavorecidos beneficiados.
Nosotros estaremos encantados de proponerles a nuestros más de cien voluntarios un modelo de voluntariado corporativo colaborativo dentro de Fundación Seres donde puedan aportar no sólo sus conocimientos relacionados con las TIC sino también de recursos humanos, ventas y marketing, etc, junto a otros voluntarios como ellos. ¿Quién se apunta?