El mundo está cambiando a gran velocidad y con él la forma en la que se abordan los retos sociales a nivel global. Tradicionalmente, los problemas sociales eran resueltos solo por organizaciones sin ánimo de lucro quienes, a su vez, recibían donativos para promover sus iniciativas.
Hoy estamos evidenciando una creciente presencia de emprendedores con ánimo de lucro cuya misión principal es provocar un cambio duradero positivo en nuestra sociedad y medio ambiente. Estos emprendedores utilizan mecanismos de mercado que les permiten generar un impacto positivo con modelos de negocio rentables. A la vez, las grandes empresas están haciendo un esfuerzo por generar cada vez más impacto social a través de sus fundaciones y políticas de RSC.
“Las grandes empresas están haciendo un esfuerzo por generar cada vez más impacto social a través de sus fundaciones y políticas de RSC“
Desde Vivergi, creemos en este modelo y confiamos en que la empresa social es un vehículo muy efectivo para generar cambio social duradero de una manera que maximiza el crecimiento (el impacto), la sostenibilidad (proyectos que sobreviven a sus donantes), así como la eficacia y la eficiencia (modelos que mejoran con el tiempo reduciendo costes). Este mismo principio se puede aplicar a los programas de acción social de las empresas tradicionales.
Vivergi es un fondo de capital riesgo centrado exclusivamente en la inversión de impacto social. Nuestra misión es acelerar el éxito de los emprendedores sociales en fases iniciales que comparten nuestro enfoque, ya sea creando nuevos métodos para mejorar la calidad de vida de las personas mayores, redefiniendo la asistencia sanitaria de forma más inclusiva o encontrando métodos más limpios de producir energía. Nuestro objetivo es seguir demostrando que los beneficios sociales y económicos pueden coexistir sin problemas, y que las organizaciones con misión social, a menudo, tienen una ventaja competitiva sobre sus semejantes.
“Los beneficios sociales y económicos pueden coexistir sin problemas y las organizaciones con misión social, a menudo, tienen una ventaja competitiva sobre sus semejantes”
Hablamos de una realidad en la que el impacto social y financiero van de la mano, sin generar necesariamente un tradeoff a nivel financiero. Recientemente, Cambridge Associates y el Global Impact Investing Network publicaron un importante informe para la industria de la inversión de impacto: el primer estudio comparativo sobre los resultados financieros de varios fondos de inversión de impacto: ‘Introducing the Impact Investment Benchmark‘.
El estudio analiza los resultados de 51 fondos de capital riesgo privados, lanzados entre 1998 y 2011, que tuvieran el objetivo de generar impacto social y, además, obtener rentabilidades financieras en línea con el mercado. El informe revela datos importantes y permite contextualizar los resultados mediante una comparación con 705 fondos que no son de impacto, pero que invierten en las mismas industrias, horizontes temporales, geografías y tipos de activo.
“Los fondos de impacto no tienen por qué renunciar a rentabilidad en pro del impacto social o medioambiental”
La principal conclusión de este estudio es clara: los fondos de impacto no tienen por qué, necesariamente, renunciar a rentabilidad en pro del impacto social o medioambiental. El resultado es que de los 51 fondos analizados la rentabilidad agregada ha sido del 7% mientras que la de los fondos convencionales fue del 8%. Aunque en agregado la rentabilidad es un poco menor, esta varía según la fecha, el tamaño y la geografía del fondo. Precisamente, la rentabilidad de los fondos de impacto menores a 100M€ (donde se encuentra Vivergi Fund) ha sido bastante mayor para los fondos de impacto (9,5%) que para los fondos convencionales (4,5%).
Nuestra visión es la de un mundo en el que todas las empresas incorporen el impacto social en sus modelos de negocio, tengan acceso a los recursos y redes necesarios para triunfar y estén rodeados de inversores que busquen activamente apoyar su impacto social. El éxito continuado de este tipo de empresas atraerá nuevos participantes que aumentarán el círculo virtuoso. Las organizaciones sin ánimo de lucro se coordinarán con los inversores y donantes para que puedan ayudar a corregir los fracasos de mercado apoyando a aquellas empresas sociales que no están preparadas para atraer inversión privada.
“Nuestra visión es la de un mundo en el que todas las empresas incorporen el impacto social en sus modelos de negocio, tengan acceso a los recursos y redes necesarios para triunfar y estén rodeados de inversores que busquen activamente apoyar su impacto social”
Para que esta visión continúe propagándose entre el tejido empresarial y acelere su crecimiento, es esencial que las empresas que están generando impacto social (bien sea porque son sociales o porque realizan ciertos programas sociales), sepan medir y comunicar dicho impacto.
De esta manera, las empresas, al igual que ya hacen con sus finanzas o marketing, deben aprender a generar una serie de métricas sociales que sirvan para medir y evaluar su actividad social de forma objetiva y, dentro de lo posible, que permita la comparabilidad entre empresas. Además, deben de comunicar dichas métricas de una manera clara, concisa y absolutamente transparente.
“Las empresas deben aprender a generar una serie de métricas sociales que sirvan para medir y evaluar su actividad social de forma objetiva”
Medir el impacto social es una tarea compleja cuyo éxito depende en gran medida de la correcta selección de las métricas sociales, que pueden ser de tres tipos:
1. Métricas sociales que miden los bienes y servicios tangibles que surgen como resultado de las actividades de la organización (Output).
2. Las transformaciones, beneficios, aprendizajes y otros efectos que derivan de las actividades de la organización (Outcome).
3. Los efectos más a largo plazo y de mayor alcance atribuibles a las actividades de la organización (Impact).
Existen diversas metodologías para generar estas métricas. Independientemente de la metodología utilizada, la European Venture Philanthropy Association propone que el proceso debe incluir los siguientes pasos:
1. Fijar los objetivos de la medición de impacto y definir el alcance.
2. Proceder a un análisis de los principales agentes involucrados o stakeholders.
3. Medir las actividades realizadas por la empresa y los resultados obtenidos mediante las mismas empleando para ello los indicadores más adecuados.
4. Proceder a la verificación y valoración del impacto social alcanzado para determinar si se está produciendo efectivamente el impacto social buscado y en qué medida.
5. Realizar un seguimiento del progreso y presentar los datos obtenidos en informes que contengan la información relevante para los agentes involucrados.
“La herramienta de rsc2 se introduce en el mercado español en un momento idóneo, en el que la acción social empresarial está creciendo de manera muy significativa”
La herramienta de rsc2 se introduce en el mercado español en un momento idóneo, en el que la acción social empresarial está creciendo de manera muy significativa. Confiamos que su implementación nos lleve a acercarnos a un futuro en el que el impacto social y la rentabilidad económica se traten con igual importancia, como dos caras de la misma moneda.