Accenture es patrono de Fundación SERES desde su creación, en 2009. Una alianza que favorece la generación de un impacto positivo en la sociedad, ayuda a impulsar un nuevo modelo económico que busque el beneficio de todos y a crear un futuro más inclusivo e igualitario. Entrevistamos a Ana Sainz, directora general de Fundación SERES, y Ana Millán, directora de Negocio Responsable de Accenture en España, Portugal e Israel, y directora de Fundación Accenture en España.
Los factores ESG son grandes aceleradores de un modelo de empresa responsable, con líderes comprometidos y que además serán la llave para unir progreso económico y progreso social. ¿De qué manera se han transformado las empresas en los últimos años?
Ana Sainz: Estamos ante un mundo en transformación y con grandes retos por delante. De hecho, la necesidad de trabajar sobre la taxonomía social cristaliza esa voluntad de abordar una reconstrucción económica y social que no deje a nadie atrás. El último informe sobre riesgos publicado por el World Economic Forum el pasado enero ponía el foco precisamente en riesgos relacionados con la cohesión social y la desigualdad por delante de los riesgos climáticos.
Tenemos tendencias, colectivos y retos, pero no podemos mirarlos con una mirada a corto plazo y de forma vertical, sino de manera transversal, relacionándote con todos los grupos de interés y con una mirada a medio y largo plazo. Esto es lo que están haciendo las compañías más innovadoras que están siendo los motores de la reconstrucción económica y social.
“En los asuntos ESG cada vez la S adquiere más peso, en el centro las personas. Una construcción de empresas más humanas, en las que el peso de los intangibles determinará más su sostenibilidad en el tiempo, su predilección por parte de los consumidores o inversores, pero sobre todo que en plena 4ª revolución industrial no dejará a nadie atrás”
Desde hace años, la digitalización está cambiando radicalmente nuestra forma de vivir y trabajar. ¿Es la sostenibilidad una nueva revolución?
Ana Millán: Sin lugar a duda, la sostenibilidad se alza como una nueva revolución que transformará nuestra forma de vivir y trabajar, al igual que hace años lo hizo la digitalización. En Accenture, estamos convencidos de que la sostenibilidad generará nuevas fuentes de valor y crecimiento extraordinario, y estará presente en todo lo que hagamos. Por eso, se ha convertido en una de nuestras máximas prioridades, no solo porque es lo correcto, sino porque sabemos que será la fuerza de cambio más potente de nuestra generación.
No obstante, el éxito de esta nueva revolución sostenible pasa por encontrar nuevas fuentes de valor en su intersección con las tecnologías digitales. De hecho, de acuerdo con un reciente estudio de Accenture, las compañías que han apostado por combinar estos dos factores, digitalización y sostenibilidad, tienen 2,5 más probabilidades de ser líderes en rendimiento.
Desde Fundación SERES aseguráis que la empresa es parte de la solución de los problemas sociales. ¿Qué pueden hacer?
Ana Sainz: En los asuntos ESG cada vez la S adquiere más peso, en el centro las personas. Una construcción de empresas más humanas, en las que el peso de los intangibles determinará más su sostenibilidad en el tiempo, su predilección por parte de los consumidores o inversores, pero sobre todo que en plena 4ª revolución industrial no dejará a nadie atrás. En materia social falta más estandarización y profundización en indicadores clave. Lo hemos comprobado con la taxonomía social y con la pandemia que ha puesto de manifiesto todos los retos sociales que tenemos por delante. Por lo tanto, estamos hablando de recuperar y a la vez transformar. En este sentido, me gustaría destacar la digitalización responsable que cuenta con desafíos asociados al uso del dato y a la implementación de los derechos humanos en toda la cadena valor. Y, ahí, de nuevo hay que poner a las personas en el centro.
“En Accenture en España trabajamos con más de 470 clientes, a los que ayudamos a reinventar y transformar sus negocios para que sean más sostenibles y competitivos”
¿Cuál debería ser el impacto de una empresa responsable y sostenible?
Ana Millán: Una empresa responsable es aquella que está empleando los Objetivos de Desarrollo Sostenible como hoja de ruta para construir un futuro más equitativo, resiliente y sostenible para las personas, los negocios y el planeta. En Accenture, cada día nos marcamos nuevos retos en sostenibilidad abordando aspectos que van desde la acción climática hasta el cuidado de nuestros profesionales, la aceleración de la igualdad, la ética o la privacidad de los datos.
Desde hace años, una de nuestras prioridades es ayudar a nuestros más de 15.000 profesionales en España, ofreciéndoles un amplio abanico de opciones de formación (el año pasado invertimos más de 350.000 horas y 6 millones de euros en formación). Además, estamos convencidos de que la inclusión y la diversidad no solo son imperativos sociales, sino también de negocio. Con esto en mente, nos hemos propuesto alcanzar un 50% de mujeres en plantilla a nivel global para 2025.
En el ámbito de la acción climática, nos hemos marcado tres objetivos claros también para 2025: alcanzar las 0 emisiones netas, los 0 residuos y realizar un consumo eficiente de los recursos.
¿Qué papel tienen la escucha de los grupos de interés, los ODS y la Agenda 2030?
Ana Sainz: La Agenda 2030 se ha convertido en un eje central alrededor del cual hay que construir la estrategia de la empresa. Los ODS han puesto en evidencia que la forma más eficiente de dar respuesta a los retos sociales es hacerlo en colaboración. Las empresas pueden aportar mucho en este sentido, porque ofrecen know-how, eficiencia y eficacia en medio de un mundo con cada vez más desafíos sociales, riesgos globales y falta de cohesión social.
Por este motivo se hace cada vez más urgente que la inclusión del compromiso social tome peso en el propósito de la compañía y el foco esté en las personas. Las estrategias de la relación de la empresa con la sociedad han experimentado una gran revolución en los últimos dos años y cada vez, resulta más habitual ver el paso hacia la visión global de las corporaciones, la redefinición de colaboración de las industrias en oportunidades de desarrollo global y el nacimiento de alianzas estratégicas con otras organizaciones. Porque las empresas en medio de esta reconstrucción socioeconómica buscan crear actuaciones sociales perdurables en el tiempo, eficientes, que multipliquen el impacto y que conviertan el compromiso social empresarial en oportunidades.
No tengo ninguna duda de que la medición en este sentido será de gran ayuda: metodologías que puedan medir el avance en la mejora de los factores sociales, que se han convertido en un aspecto clave en cuanto a acceder a inversiones. Afrontamos con las empresas el reto de profundizar en los efectos concretos de la digitalización, y en cómo están operando en términos de integración social, laboral y territorial, y más concretamente si hablamos de barreras y colectivos especialmente vulnerables.
“Defendemos como elemento vertebrador estratégico la creación de valor para la sociedad y la empresa (valor compartido), para transformar la realidad empresarial y conseguir una sociedad mejor”
¿Estáis ayudando también a otras empresas a cumplir con sus objetivos de sostenibilidad?
Ana Millán: Sí, en Accenture en España trabajamos con más de 470 clientes, a los que ayudamos a reinventar y transformar sus negocios para que sean más sostenibles y competitivos. En la actualidad, contamos con un amplio abanico de servicios de sostenibilidad, que pasan por ayudarles a avanzar hacia las cero emisiones netas, a construir cadenas de valor sostenibles, usar mejor las tecnologías, medir sus avances en sostenibilidad, cambiar la cultura de sus organizaciones o crear nuevas experiencias de marca.
Además, estamos en el camino de embeber de forma sistemática capacidades ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG) en todos nuestros productos y servicios. Por ejemplo, nos comprometemos a utilizar las últimas tecnologías de manera ética y responsable; y a llevar a cabo transformaciones sin olvidar el cuidado de la empleabilidad.
¿Cómo es posible unir el impacto social con el retorno empresarial?
Ana Sainz: Defendemos como elemento vertebrador estratégico la creación de valor para la sociedad y la empresa (valor compartido), para transformar la realidad empresarial y conseguir una sociedad mejor. Esto es: estrategias de negocio de las empresas como motor de cambio, como fuente de innovación social, como transformación necesaria capaz de impactar positivamente. Una especie de conexión entre progreso social y económico. Esto, además de hacer sostenible el compromiso social de las empresas, tiene una consecuencia directa en la generación de alianzas, de cadenas de valor hibrido y, en definitiva, de otro concepto que es muy relevante para la competitividad de la empresa: la colaboración. Seguramente queda camino por recorrer en este sentido si miramos a otros países, pero creo que las empresas españolas están haciendo un gran trabajo en este sentido. Las empresas deben pensar en soluciones globales. El trabajo en red, la colaboración y cooperación entre distintos agentes (administración, empresas, entidades sociales, usuarios, etc.) y la suma de cada una de las herramientas desarrolladas por todos tiene un efecto multiplicador.
“Desde hace más de 15 años, a través de nuestra Fundación, contribuimos a la transformación y digitalización de la sociedad canalizando nuestra acción social como compañía y la de nuestros profesionales mediante iniciativas de consultoría gratuita, voluntariado y donaciones”
Por último, ¿en qué pilares se basa la acción social de Accenture?
Ana Millán: Desde hace más de 15 años, a través de nuestra Fundación, contribuimos a la transformación y digitalización de la sociedad canalizando nuestra acción social como compañía y la de nuestros profesionales mediante iniciativas de consultoría gratuita, voluntariado y donaciones.
Desde 2013, colaboramos con más de 1.900 organizaciones sociales, empresas y administraciones públicas en la iniciativa ‘Juntos por el empleo de los más vulnerables’ con un objetivo común: trabajar por el empleo de los sectores más vulnerables de la sociedad. Desde entonces, hemos co-creado 22 soluciones, formado a más de 717.000 personas e insertado en el mercado laboral a través de las organizaciones participantes a más de 117.000 personas.
En la actualidad, hemos dado un salto y contribuimos a disminuir la brecha digital con iniciativas como Fundaula, nuestra plataforma gratuita de formación autoconsumible sobre conocimientos digitales, técnicos y habilidades personales, dirigida a todas aquellas personas que quieren formarse y adquirir nuevas capacidades. Desde su lanzamiento, casi 20.000 personas se han registrado y ya están preparadas para formarse con nosotros.