La colaboración está en auge. Los números hablan por sí solos y así lo recoge el V Informe del impacto social de las empresas, elaborado por la Fundación SERES y Deloitte: el 60% de las empresas participantes contempló el Objetivo de Desarrollo Sostenible 17 (alianzas para logar los objetivos) en sus estrategias de RSE. El 25% contó con más de 101 colaboradores en el marco de esta actividad y entre todas sumaron 21.080 alianzas estratégicas con entidades sociales.
Las alianzas estratégicas a las que hace referencia el ODS 17 persiguen generar un entorno socioeconómico más cohesionado con el que afrontar los retos que plantea el entorno volátil, incierto, complejo y ambigüo en el que nos movemos -VUCA por sus siglas en inglés-. Estas alianzas, ya sea entre el sector público y privado, con participación de la sociedad civil o entre entidades privadas, han de construirse sobre unos objetivos sociales comunes, independientemente de que cada agente involucrado aporte su propia experiencia y conocimiento.
Francisco Román, presidente de Fundación SERES, afirma que desde la perspectiva de las empresas, “la colaboración social es, sin duda, una gran oportunidad para innovar, adaptarse a las nuevas circunstancias, crear ventajas competitivas y a la vez contribuir al desarrollo social con lo que cada empresa sabe hacer mejor”.
Por este motivo, SERES lleva tiempo fomentando los proyectos de colaboración, o lo que es lo mismo, la creación de alianzas estratégicas con las que dar respuesta de manera conjunta a los retos que surgen en la sociedad, sumando esfuerzos para multiplicar el impacto y mejorar la competitividad de las empresas colaboradoras.
Para ello se ha desarrollado la metodología ally, paraguas bajo el cual SERES lleva a cabo los encuentros de innovación social “Compartiendo alianzas” o sesiones de ideación temáticas en las que participan empresas de diversos sectores para desarrollar alianzas estratégicas con las que generar un impacto social.
Esta forma de colaboración beneficia a la sociedad y a la empresa, incrementa el impacto de los proyectos y ofrece una serie de ventajas a las entidades participantes. Siete ventajas para ser exactos:
- Se benefician de un efecto multiplicador
- Consiguen mayor eficiencia
- Obtienen nuevas posibilidades de negocio
- Se apoyan en una amplia red de contactos
- Se apalancan en la experiencia de otros
- Amplían su área de influencia
- Reducen el riesgo asociado a los proyectos
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EFECTO MULTIPLICADOR
Las alianzas estratégicas que se construyen a través de los proyectos de colaboración generan un impacto mayor que la suma individual del generado individualmente por las entidades colaboradoras.
Por ejemplo, una empresa especializada en formación puede destinar recursos a formar a personas en riesgo de exclusión laboral. Por otro lado, una empresa de mantenimiento y servicios puede contratar a un determinado colectivo para realizar tareas de mantenimiento de parques y jardines.
Sin embargo, el impacto sería mucho mayor si ambas alineasen sus objetivos y ofrecieran formación para mantener parques y jardines, con posibilidad de incorporarse en prácticas a la empresa de mantenimiento.
Muchas empresas destinan recursos para acometer proyectos que mejoren la realidad social de un colectivo, pero no son pocas las ocasiones en las que los esfuerzos se dirigen a un mismo grupo de personas. ¿No resulta lógico en estos casos que las empresas desarrollen sus iniciativas de forma conjunta?
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EFICIENCIA
La participación de diferentes entidades en un proyecto de colaboración facilita la obtención de economías de escala y permite compartir infraestructuras para optimizar costes.
Cuando diferentes compañías colaboran en el desarrollo de un producto o servicio, se incrementa el número de unidades que se van a producir y se reduce el coste unitario de producción. De este modo, los participantes pueden apalancarse unos en otros, para realizar las diferentes actividades del proyecto, obteniendo ventajas económicas.
Por otra parte, al compartir mejores prácticas, el conjunto de entidades colaboradoras puede adoptarlas para operar de manera más eficiente y obtener mejores resultados.
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NUEVAS POSIBILIDADES
La colaboración de diferentes empresas permite eliminar barreras de entrada a lo largo de toda la cadena de valor o incluso a mercados complementarios, generando oportunidades inalcanzables por separado.
Pensemos, por ejemplo, en un fabricante de coches que ofrece vehículos a un precio reducido a personas en riesgo de exclusión. Si estas personas no tienen los recursos para contratar el seguro o realizar el mantenimiento del vehículo es muy probable que el proyecto no tenga éxito.
Sin embargo, si la empresa se coordina con talleres o aseguradoras que faciliten el posterior mantenimiento de los vehículos, la probabilidad de que funcione el proyecto es mucho mayor.
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RED DE CONTACTOS
Una alianza estratégica permite aprovechar los recursos de las empresas involucradas, incluidas sus respectivas redes de contactos.
De hecho, una barrera a la que se enfrentan muchos proyectos de esta índole es la falta de acceso a los agentes y organismos necesarios para impulsarlos. Esto puede dar lugar a la ralentización de las buenas ideas. El mero hecho de involucrar a diferentes empresas, entidades públicas, ONG y emprendedores sociales en el mismo proyecto contribuye a resolver este inconveniente.
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EXPERIENCIA
Las empresas involucradas en un proyecto de colaboración, así como el propio proyecto, se benefician del conocimiento y las mejores prácticas de las demás.
Un ejemplo de esto es el de una ONG que conoce las necesidades sociales de un determinado colectivo, pero carece de las herramientas y la experiencia para satisfacerlas. El trabajo conjunto con empresas que disponen de estos recursos y experiencia permite a ambos participantes crecer y complementarse.
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ÁREA DE INFLUENCIA
El aumento del área de influencia es un claro beneficio que se desprende de los proyectos de colaboración, ya que siempre ofrecen a los participantes el acceso a colectivos desfavorecidos que de otra manera sería más complicado alcanzar.
El acceso a los destinatarios de los proyectos constituye un impulsor clave de las relaciones de colaboración entre empresas y organizaciones sociales, pero también se hace extensivo a las relaciones empresa-empresa debido a los diferentes mercados que hayan podido estar atendiendo cada una de ellas.
Por ejemplo, si una empresa quiere adaptar sus productos para hacerlos accesibles a colectivos en riesgo de exclusión necesita el conocimiento que aportan entidades locales que comprenden sus necesidades y pueden facilitar la interlocución con ellos. Otro caso sería el de un proyecto de colaboración que se desarrolla en un área geográfica donde una de las entidades no tiene ninguna experiencia, pero otra lleva operando varios años.
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MINIMIZACIÓN DEL RIESGO
La colaboración contribuye a mitigar el riesgo individual de cada participante.
En el caso de las empresas, esta reducción del riesgo hace más atractiva, por ejemplo, la entrada en mercados de mayor incertidumbre, en los que una compañía no entraría individualmente, o la experimentación con nuevos productos o servicios que no se atrevería a ofrecer si no contara con el respaldo de otras.
La colaboración está en auge, ya lo hemos dicho. Ahora bien, ya conoces 7 buenos motivos que respaldan esta tendencia y que podrían resumirse en la siguiente aserción: la colaboración es una de las claves de competitividad de las organizaciones de hoy.
¿Por qué lanzar un proyecto de colaboración? ¿Aún tienes dudas? Si es así, compártelas con nosotros.
A continuación os dejamos una infografía señalando los siete motivos por los que lanzar un proyecto de colaboración. ¿Se te ocurre algún otro?