Empresas y Derechos Humanos. ¿Qué impulsa a las empresas a trabajar en Derechos Humanos? En este artículo realizamos un repaso a los cinco agentes impulsores de los Derechos Humanos en la empresa. En los últimos años, han surgido diferentes iniciativas por parte de gobiernos, instituciones de la sociedad civil, empresas e inversores para promover y proteger los Derechos Humanos.
Los excesos provocados por la globalización, la falta de regulación en países en vías de desarrollo a los que han llegado las grandes corporaciones y el cortoplacismo vivido en las últimas décadas, han provocado situaciones de vulneración de derechos, como el trabajo forzoso, la discriminación de la mujer en determinados países o la falta de libertad de expresión y asociación. Entre los impulsores de los Derechos Humanos en la empresa, se destacan cinco agentes principalmente: reguladores, Naciones Unidas, inversores públicos y privados, analistas de la sociedad civil y empresas líderes.
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Reguladores
Son muchos los países que están incluyendo en sus normativas aspectos relacionados con el deber de la empresa de proteger los Derechos Humanos.
En particular en España, en los últimos años surgen dos iniciativas públicas:
- El Real Decreto 18/2017, de 24 de noviembre sobre divulgación de información no financiera, que es la trasposición de la Directiva de Divulgación de información no financiera de 2012 y obliga a las empresas de un determinado tamaño a hacer pública la información en relación con aspectos sociales, ambientales y éticos, y en particular su aproximación y desempeño en lo relativo al respeto de los Derechos Humanos.
- El 23 de octubre de 2018, el Congreso de los Diputados aprobó el Proyecto de Ley por el que se modifica el Código de Comercio, la Ley de Sociedades de Capital y la Ley de Auditoría de Cuentas en materia de información no financiera.
- Plan Nacional de Empresa y Derechos Humanos, que nace por recomendación de los Principios Rectores de Naciones Unidas (PP. RR.) e impulsa la adopción de estos principios, cuyo fin (como se verá más adelante) es asegurar que los gobiernos protegen y las empresas respetan los Derechos Humanos.
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Naciones Unidas
En la última década, Naciones Unidas ha liderado un proceso colaborativo entre gobiernos, empresas y sociedad civil, encaminado a aunar esfuerzos para avanzar hacia el desarrollo sostenible. En este camino, NN. UU. ha creado dos iniciativas que están transformando el paradigma empresarial, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), además de los Principios Rectores de Empresa y DD. HH. Ambas incentivan a las empresas a ir más allá del cumplimiento legal, promoviendo la innovación en procesos, productos y modelos de colaboración con los grupos de interés.
Objetivos de Desarrollo Sostenible Los ODS se defi nen para abordar los retos económicos, sociales y ambientales del planeta. La agenda 2030 se compone de 17 objetivos de desarrollo sostenible con 169 metas específi cas a alcanzar en 2030. Naciones Unidas hace un llamamiento global para aunar esfuerzos y movilizar recursos para lograr estas metas. Para conseguir alcanzar estos objetivos deben movilizarse tanto gobiernos como empresas y sociedad civil, con el fin de acabar con la pobreza y crear condiciones de vida dignas en todo el mundo.
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Principios Rectores de empresa y Derechos Humanos
En junio de 2011, el Consejo de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad los Principios Rectores de empresa y Derechos Humanos, que constituyen una guía práctica para prevenir y manejar los impactos negativos que las actividades del negocio puedan causar en los Derechos Humanos. Los PP. RR. determinan el papel de gobiernos y empresas en la protección de los DD. HH. Explican cómo los gobiernos tienen la obligación de proteger los Derechos Humanos, mientras que las empresas tienen el deber de respetar estos derechos intentando evitar las consecuencias negativas que sus operaciones puedan causar.
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Inversores públicos y privados
Los criterios Ambientales, Sociales y de Gobierno (ASG) tienen cada vez más peso en las decisiones de inversión. Algunos analistas especifican de manera explícita que la integración de las cuestiones de Derechos Humanos en la gestión contribuye a la creación de valor a largo plazo.
Analistas de sostenibilidad afirman que las compañías preparadas para prevenir un impacto negativo en los Derechos Humanos a corto plazo están mejor capacitadas para impactar de manera positiva en el entorno, consiguiendo maximizar su retorno a largo (RobecoSAM, 2017).
Algunos gobiernos están creando mecanismos de financiación responsable dirigida a compañías que demuestran un compromiso con el desarrollo sostenible y, en particular, con el respeto por los Derechos Humanos.
Una empresa no puede lograr beneficios a largo plazo sin contar con un propósito y sin tener en cuenta las necesidades de un amplio elenco de partes interesadas. El propósito es, en última instancia, el catalizador de la rentabilidad a largo plazo, Larry Fink.
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Analistas de la sociedad civil
La sociedad civil juega un papel relevante como observadora y demandante de buenas prácticas en la gestión de los Derechos Humanos. Son muchos los analistas y observadores que vigilan situaciones de vulneración de Derechos Humanos o publican rankings de transparencia. Uno de los informes más reconocidos y avalado por las Naciones Unidas, es el Corporate Human Rights Bencmark (CHRB), que hace un ranking público sobre el desempeño en Derechos Humanos de las compañías más grandes del mercado, con el fin de incentivar a alcanzar las primeras posiciones.
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Empresas líderes
Existen un gran número de empresas que, por convicción o necesidad, llevan décadas trabajando en la integración de los Derechos Humanos en su cadena de valor. Empresas como Unilever, cuyo lema from do not harm to do good demuestra cómo el impulso de los Derechos Humanos en las comunidades en las que opera está generando valor para el negocio. Otras, como Patagonia, han nacido más recientemente, pero con una visión de desarrollo sostenible y de respeto al entorno ambiental y social en el que trabajan, que proyecta en todas sus actuaciones.
Son estas empresas las que actúan como espejo y motor del sector empresarial, ya que ponen a disposición de las compañías menos avanzadas las mejoras prácticas, metodologías y lecciones aprendidas para que puedan servir de ejemplo en el camino ya recorrido por ellas.