Cuando hablamos de sostenibilidad aplicada al sector de los medios de comunicación o de la educación, es fácil relacionar uno de los criterios ESG, el social, con los valores y core de negocio de representan estas compañías.
La prensa independiente, íntegra y veraz, y la educación de calidad cumplen una misión fundamental en la defensa de la igualdad de oportunidades y el progreso de una sociedad democrática. La estrategia de sostenibilidad de PRISA, que se sustancia en su Plan Director 2022-2025, incluye el compromiso inequívoco de generar un impacto positivo en nuestras audiencias (lectores y oyentes) y en los estudiantes y docentes a través de los contenidos que generamos en cualquiera de nuestras marcas y cabeceras (El País, SER, Santillana, Cinco Días, As, HuffPost…). Contenidos educativos e informativos, realizados con rigor y calidad, que permiten a la ciudadanía tomar conciencia de los grandes retos sociales y climáticos, y marcar cada vez mayor distancia ante la avalancha de desinformación que vivimos hoy día.
Pocas palancas pueden ser más tractoras del desarrollo sostenible y generar mayor impacto social como la educación y la información, y su rol es decisivo en la defensa de la “sostenibilidad democrática” y la lucha contra las desigualdades, entre las que se encuentra la desigualdad de género.
Hace unas semanas PRISA y El PAÍS, junto al Gobierno de la Ciudad de México y UN Mujeres, organizaban en el Museo de Antropología de Ciudad de México el foro Mujeres de América por los derechos y el bienestar, donde una veintena de destacadas responsables políticas, juristas y directivas, tomaban la temperatura de la igualdad de género en la región. Entre ellas se encontraban Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de Ciudad de México; Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia; Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda de España; o la directora regional de ONU Mujeres, María Noel Vaeza.
Pocas palancas pueden ser más tractoras del desarrollo sostenible y generar mayor impacto social como la educación y la información.
En América Latina, si bien se ha avanzado de manera notable en el reconocimiento legal de la igualdad y en la presencia de mujeres en las instituciones políticas y judiciales, queda un trecho para que esa igualdad sea real. Entre las transformaciones que debe impulsar América Latina para garantizar el pleno derecho de las mujeres en todos los ámbitos de la vida pública, se destacó la necesidad de una redistribución equitativa de las tareas de cuidado, “corazón” de la desigualdad de género. Las mujeres dedican un 20% de su tiempo a las labores del cuidado frente al 7,5% de los hombres (CEPAL, 2022). Y redistribuir implica repartir equitativamente el cuidado entre toda la sociedad, no solo entre hombres y mujeres, sino también entre el Estado y el mercado. Para Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, “luchamos por incorporar a las mujeres en todas las esferas de la vida pública y a los hombres en todas las esferas de la vida privada”.
Más difícil lo tienen las mujeres indígenas y afrodescendientes, invisibilizadas, a pesar de que su peso en la región (26 millones de mujeres indígenas. OIT). Para Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia y primera mujer afro que llega al cargo, “los ataques hacia mí no son solo por lo que propongo, sino por lo que represento, cómo me visto, cómo me expreso, cómo me comporto. Esos ataques y agresiones clasistas y racistas son una profunda crítica a la interseccionalidad de raza, clase y género”. América Latina es la región más violenta del mundo para ser mujer. Para la fiscal de Ciudad de México, Ernestina Godoy, “no hay mejor prevención que acabar con la impunidad del agresor “. Reducir la impunidad, conseguir que las mujeres tengan independencia económica para salir de situaciones de maltrato en el hogar, y educar en valores, son algunas de las medidas clave para luchar contra la violencia de género.
Cabe destacar el esfuerzo de SANTILLANA en Latinoamérica -unas de las compañías educativas más relevantes en la región-, en generar contenidos pedagógicos centrados en el respeto a la dignidad de las mujeres y las niñas.
Justamente la educación de calidad, inclusiva y equitativa es otra de las transformaciones necesarias en la región, una palanca para formar a niños y niñas desde edad temprana en la igualdad de género. Igualmente se destacó la importancia de implementar planes de formación para que las mujeres adultas accedan al mercado laboral remunerado, y la necesidad de formar en equidad de género en las empresas, donde también se ejerce la desigualdad y la discriminación.
En este sentido, cabe destacar el esfuerzo de SANTILLANA en Latinoamérica -unas de las compañías educativas más relevantes en la región-, en generar contenidos pedagógicos centrados en el respeto a la dignidad de las mujeres y las niñas. Su estrategia de sostenibilidad incluye objetivos de incremento de la presencia de niñas y mujeres en las ilustraciones y fotografías de los libros de texto, el aprendizaje de los ODS y una mayor presencia de referentes femeninos en distintas disciplinas. Santillana creó en 2022 el programa social #VoyaSer, que ayuda y acompaña a niñas indígenas de Guatemala y Perú a finalizar sus estudios de secundaria, ofreciendo formación digital y socioemocional.
En el foro también se alertó sobre la escasa participación de la mujer en la toma de decisiones medioambientales, a pesar de tener 14 veces más posibilidades que los hombres de perder la vida ante un desastre natural (ONU), y se reclamó un enfoque integrado (recursos naturales, género y sistema productivo) que permita una transición justa hacia una economía más verde e inclusiva, que aumente la participación y resiliencia de las mujeres y las niñas.
Finamente se reflexionó sobre el papel de los medios de comunicación para incentivar narrativas que desmonten los estereotipos de género y den mayor visibilidad a las mujeres, luchando contra el sensacionalismo y las fake news. En este sentido, el diario El País cuenta con el blog Americanas y ejerce una espléndida labor desde su corresponsalía de género (premio Meninas 2022 por la defensa de los derechos de la mujer y contra la violencia de género). Desde la SER en España o Caracol Radio en Colombia, se impulsa la presencia de mujeres en los contenidos y en todos los formatos radiofónicos, como también en el diario deportivo As, con una firme apuesta por dar mayor visibilidad al deporte femenino.