Invertir en RSC genera grandes beneficios económicos y sociales a las empresas. En este artículo te damos 5 claves que explican cuál es el retorno que tiene para las compañías la inversión en estos proyectos:
- Atracción y retención de talento. Las empresas comprometidas con la sociedad y el entorno son capaces de atraer nuevos perfiles de interés y ayudan también a conservar el talento del que disponen. En este sentido, retos puramente sociales, como la atención de los colectivos más desfavorecidos contribuyen a reforzar el sentimiento de pertenencia de los empleados hacia la organización, beneficiando al mismo tiempo a la competitividad de la compañía.
- Una gran parte de las acciones de RSC relacionadas con el cuidado del medio ambiente fomentan y ayudan al ahorro energético.
- Relación con los clientes. Contar con una estrategia de RSC alineada con la Misión, Objetivos y Valores corporativos, y que incluya numerosas actuaciones responsables, asegura a las empresas disponer de relaciones más exitosas y duraderas con los clientes.
- Facilita la financiación. Apostar por actuaciones de RSC ofrece más facilidades a las empresas cuando buscan obtener financiación. De hecho, ya se están aplicando nuevos criterios a la hora de evaluar riesgos en la financiación, como los de carácter social y ambiental.
- Mejora la imagen corporativa. Las acciones de RSC bien ejecutadas y, sobre todo, bien comunicadas van a repercutir positivamente en la imagen de la organización. Al mismo tiempo se produce una mejora de la percepción que los stakeholders, tanto internos como externos, tienen de la compañía.
Cómo invierten en RSC las empresas españolas
Las compañías de nuestro entorno se muestran cada vez más comprometidas con la Responsabilidad Social Corporativa. También cuando hablamos en términos de inversión. Así lo demuestra el VI Informe del impacto social de las empresas, elaborado por SERES en colaboración con Deloitte, y que refleja unas cifras de inversión en RSC en constante aumento año tras año.
En 2018, las compañías participantes en el informe afirman haber invertido más de 1.246 millones de euros en programas de RSC. Estos resultados reflejan la evolución del compromiso que las empresas e instituciones españolas muestran a través de este apoyo económico.
Del mismo modo, cabe resaltar que el 55% de estas organizaciones realizan una inversión media de hasta 30.000 euros por proyecto, pese a que existen otras que están más enfocadas en proyectos de mayor envergadura, de más de medio millón de euros por proyecto.
Al hablar de inversión total en RSC por tipología de compañías, es importante destacar la labor de las empresas del sector tecnológico y las financieras.
Estas dos industrias agrupan un 29% y un 26% respectivamente del total de inversión, según los resultados reflejados en esta edición del informe.
Tracción económica de la inversión en RSC sobre el territorio
La inversión en proyectos de RSC también genera riqueza en el país o región en la que se realizan, por lo que también es necesario evaluar el destino del gasto. En relación a las empresas españolas, el informe SERES-Deloitte refleja que el 64% de la inversión en programas de responsabilidad social se aglutinan en España.
Adicionalmente, la apuesta por los proyectos internacionales de RSC también es alta: un 74% de las compañías afirma realizar programas de responsabilidad social corporativa más allá de la frontera nacional.
Sin embargo, la tracción económica generada por las empresas va más allá del gasto realizado en programas de RSC y los proveedores del territorio nacional. Por ejemplo, en términos de empleo directo, estos proyectos generaron un gasto total de 48.904 millones de euros en salarios durante 2018.
La Inversión Socialmente Responsable avanza con fuerza en España
En los últimos años, debido a la crisis financiera, las empresas han comenzado a preocuparse por encontrar nuevas fórmulas de inversión basadas en una mayor transparencia, una mayor presencia de valores éticos y una gestión del riesgo con mayor margen.
Surge el concepto de Inversión Socialmente Responsable (ISR) que considera al mismo tiempo los tradicionales criterios financieros, como son la rentabilidad y el riesgo, y criterios extra financieros (criterios ASG – ambientales, sociales y de buen gobierno), en los procesos de análisis y toma de decisiones de inversión.
La ISR fomenta las políticas responsables en las organizaciones y, por ello, tienen un impacto positivo en la sociedad y el medioambiente. Para que un producto sea ISR, como un fondo de inversión, este debe definir de forma clara un ideario que incluya los criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno que aplican en las inversiones que realizan.
La Fundación SERES, junto al IE (Instituto Empresa) han realizado un informe sobre la evolución de la ISR en España, destacando el impacto que tiene en las grandes empresas españolas.
En él, miembros de los departamentos de RSC y de RI (Relación con Inversores) de varias empresas españolas afirman que los inversores institucionales se muestran cada vez más sensibilizados con los factores sociales y medioambientales, incidiendo, por tanto, en sus decisiones de inversión y en las relaciones que mantienen con las compañías en las que invierten.
En este aspecto, de cara a los próximos tres años, el 58% de los participantes en el estudio considera que los temas relacionados con los criterios ASG serán determinantes en la toma de decisiones de los inversores.