Las organizaciones tenemos el reto y la responsabilidad de integrar y representar también lo que somos como sociedad.
La visibilización y el abordaje conjunto y honesto de los retos a los que nos enfrentamos forman parte de este camino y de nuestro propio legado, y en fechas como las que ahora celebramos es importante hacer ver el valor que nos aporta integrar en nuestros equipos a una plantilla diversa y paritaria en términos de género.
Cuando en 2019 nos pusimos la ambición de alcanzar esta paridad para 2030 no imaginábamos todas las conexiones y aprendizajes que esto nos reportaría. Ahora, apenas cinco años después podemos decir con orgullo que esta paridad se refleja también en los niveles más altos de dirección en España donde en 2024 ya hemos alcanzado un 54% de representación de la mujer, convencidos de que este hito nos convierte en una mejor empresa, con mayor capacidad de aportar y de dar respuesta a las necesidades de la sociedad.
Nuestra responsabilidad, no obstante, no acaba aquí. Se trata de entender el valor que nos aporta y compartirlo con la sociedad, al tiempo que acompañamos el debate y la transformación de los frenos y retos que condicionan el avance en nuestros entornos. La educación se nos plantea como la clave y es por eso que hemos centrado nuestra actividad en los últimos años en la promoción de diferentes programas que nos ayuden a llegar a los jóvenes y empoderarlos en este sentido, dándoles herramientas y apoyo para impulsar su desarrollo.
“Cuestión de Ciencia” es el ejemplo de la forma en que Bayer, como compañía de ciencias, ha buscado despertar vocaciones científicas con perspectiva de género para inspirar y guiar el futuro de las estudiantes que ahora se plantean su camino profesional. Como compañía de ciencias confiamos en el talento independientemente de su género y creemos que hay mucho espacio para el crecimiento de las mujeres en este ámbito. Según la UNESCO solo el 35% de los estudiantes de carreras relacionadas con las STEM son mujeres. Esto es así incluso en los países que han alcanzado la paridad entre hombres y mujeres, porque la segregación vertical y horizontal persiste como barrera. Por eso es importante promover el acceso y la participación plenos y equitativos en la ciencia para mujeres y niñas. La igualdad entre hombres y mujeres es una prioridad global y el apoyo a las jóvenes, su educación y su plena capacidad para hacer oír sus ideas son los motores del desarrollo y la paz.
Pero también somos conscientes de que este cambio debe estar acompañado de un cambio en la percepción y dinámicas sociales y es por eso que a través de diferentes programas impulsamos el debate y la reflexión entre nuestros equipos de cuestiones que afectan al empoderamiento femenino y a su desarrollo: el síndrome del impostor, la eliminación del sesgo inconsciente o la involucración de todos, independientemente del género, en esta acción es clave para el avance. Por eso internamente se han configurado diferentes equipos de trabajo entre los que se incluye “SheShines”, que de forma periódica pone en común y desarrolla programas específicos para tratar y debatir sobre estos aspectos. Este Día de la Mujer nos ha servido para reflexionar sobre el rol del hombre en este avance. Y el debate generado nos ha indicado la necesidad de seguir trabajando en esta dirección, porque sólo con un abordaje integral e integrador podremos avanzar juntos y aprovechar todo el potencial que nos ofrece un modelo de sociedad más equitativo y paritario en los ámbitos profesionales, pero también en los personales.