Cómo poner en marcha un proyecto de colaboración
La innovación social es una oportunidad para transformar la realidad empresarial al tiempo que damos solución a problemas sociales y para construir una sociedad más fuerte y una empresa más sana. Así es como SERES lo entiende, si bien no hay consenso en la literatura respecto a este concepto y sus efectos en la sociedad. Profundicemos en ello.
De acuerdo al World Economic Forum, la innovación social es “la aplicación de enfoques novedosos, prácticos, sostenibles y de mercado que logran cambios sociales o medioambientales positivos con énfasis en las poblaciones más necesitadas“.
Según otros autores, como Hubert, miembro de la oficina de Consejeros de Política Europea y asesora en asuntos de innovación social, ésta se trata de “las nuevas ideas (productos, servicios y modelos) que simultáneamente satisfacen necesidades sociales (más efectivamente que las alternativas) y que crean nuevas relaciones sociales y de colaboración fomentando las capacidades sociales para la acción“.
Independientemente de la definición que se escoja para ilustrar en qué consiste la innovación social, de todas ellas se desprende los efectos que genera en la sociedad.
SERES quiere que la sociedad tenga la oportunidad de beneficiarse de todos estos efectos y de acuerdo a esta motivación dedica esfuerzos en identificar tendencias, ayudar a la conexión entre sociedad y empresa para que crezcan de manera conjunta y sostenible y para que busquen superar los retos sociales a través de soluciones eficientes, eficaces, sostenibles y escalables. En definitiva, la innovación social es una herramienta natural para unir rentabilidad social y financiera.
Dado que las redes cooperación, las asociaciones público-privadas y las alianzas estratégicas entre empresas son cada vez más relevantes en los procesos innovadores, SERES apuesta por los proyectos de colaboración como herramienta de innovación social.
Para fomentar la creación de estos proyectos, SERES, con el apoyo de la consultora The Boston Consulting Group (BCG), ha definido un plan de acción estructurado en ocho fases que forman parte de una metodología denominada ally. La colaboración entre las distintas entidades participantes germina cuando éstas recorren las ocho fases de la metodología que se detalla a continuación.
Para que la innovación social se haga realidad hay que pasar por 8 pasos:
- Sensibilización
- Preparación
- Maduración de ideas
- Presentación de ideas
- Diseño de objetivos
- Diseño detallado del proyecto
- Piloto
- Implantación
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Sensibilización
Se divulga la información sobre los proyectos de colaboración y se comparten ejemplos de referencias.
La primera fase de esta metodología ha sido presentada y validada por diferentes empresas participantes en el evento anual de innovación social de la Fundación SERES: Compartiendo. En dicho encuentro se han presentado durante cinco años consecutivos los proyectos de colaboración entre empresas en el ámbito nacional e internacional.
Asimismo, se ha presentado de la mano de BCG en distintos foros el informe ally, Sumar para multiplicar: estudio de los proyectos de colaboración, una radiografía de los proyectos de colaboración, y se han llevado a cabo diferentes esfuerzos de comunicación para su difusión.
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Preparación
Se identifica a los actores que potencialmente podrían estar interesados en participar en las sesiones maduración de ideas respecto a una temática concreta, veáse, la creación de oportunidades locales y la retención del talento del entorno, y se les invita a participar en las mismas.
Estos actores son principalmente empresas, pero es posible que también participen emprendedores sociales, ONG y entidades públicas.
Maduración de ideas
Se celebran sesiones tipo workshop en las que las empresas participantes divergen, desarrollan diferentes ideas y finalmente convergen para acordar qué ideas son proyectos potenciales y cómo facilitar su desarrollo.
En 2019, SERES y BCG han celebrado seis sesiones de maduración de ideas con 19 empresas en torno a dos temáticas: Seguridad vial y la Creación de oportunidades locales y retención del talento del entorno para hacer frente al Reto Demográfico.
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Presentación de propuestas
Se presentan las propuestas surgidas en la fase anterior a potenciales colaboradores con los que empezar a trabajar en el desarrollo de la idea en forma de proyecto de colaboración.
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Definición de objetivos y directrices
Se definen las directrices y objetivos principales del proyecto entre los colaboradores y se acuerda el alcance del mismo conforme a los recursos disponibles.
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Diseño detallado del proyecto
El grupo de empresas participantes que forman el grupo de trabajo desarrollan el contenido del proyecto de colaboración, al igual que cualquier empresa dispondría a un equipo para dicha misión.
Tanto en esta como en la fase anterior, definición de objetivos y directrices, es importante mantener sesiones de trabajo con regularidad para aportar y desarrollar ideas de alto nivel, compartir mejores prácticas y revisar el avance del diseño del proyecto (incluyendo el plan de acción para su implantación).
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Pruebas piloto
En la séptima fase, Pruebas piloto, se pone en marcha el piloto en un perímetro limitado. Además, en esta fase se revisar el avance en la implantación del proyecto y se comparte información en reuniones regulares, incorporando los ajustes pertinentes.
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Implantación
En la última fase, Implantación, se pone en marcha el proyecto en el perímetro total, y se mantienen también reuniones periódicas para revisar cómo se desarrolla.
Si bien la colaboración se hace efectiva cuando las empresas recorren las ocho fases de la metodología ally, se pueden diferenciar dos bloques de cuatro etapas cada uno.
La primera fase (Sensibilización) junto a la segunda (Preparación), tercera (Maduración de ideas) y cuarta (Presentación de propuestas) forman un proceso cíclico para la innovación, en el que se trabaja de forma continua hasta el momento en el que se cuenta con un potencial proyecto de colaboración y con el interés de diferentes empresas por desarrollarlo. Este primer bloque permite a SERES crear un ecosistema que fomente la incubación de proyectos de colaboración.
Por otro lado, las cuatro últimas fases, comunes a todo proyecto que se quiera realizar con éxito, ya sea de RSC o de Negocio, se abordan de formar secuencial y persiguen el diseño y ejecución del proyecto de colaboración. Este bloque de etapas es desarrollado y liderado por las empresas que deciden participar en proyectos de colaboración.
Es importante tener en cuenta en estas fases que es necesario contar con una serie de recursos humanos y económicos, así como con un líder de proyecto y un gestor técnico con experiencia previa, que estén a cargo del plan de acción y la coordinación de las diferentes entidades involucradas.
El apoyo de emprendedores y organizaciones sociales puede resultar un aspecto clave en este segundo bloque, debido a su experiencia y conocimiento en colectivos desfavorecidos y proyectos sociales.
Existen además hitos específicos en cada etapa: presentar el diseño de alto nivel a las personas con poder de decisión de las empresas, más adelante, si es necesario, solicitar a los responsables de las entidades participantes que firmen un nuevo acuerdo para asignar los recursos necesarios y seguir avanzando y finalmente, presentar los resultados y progresos del proyecto dentro de las empresas y en los foros públicos.
A continuación os dejamos una infografía sobre los ocho pasos a seguir para hacer la innovación social realidad. ¿Se os ocurre alguno más?