El momento ha llegado
De la palabra a la acción, ruta hacia la igualdad de la mujer en el trabajo
La voz de la mujer como colectivo, hablando sobre los retos a los que se enfrenta en el mercado laboral, nunca ha sido tan fuerte. La discriminación, el acoso, y el lento progreso en la reducción de la brecha salarial son algunos de estos desafíos, pero no los únicos. Entender el recorrido que aún queda para conseguir la igualdad de la mujer en el mundo laboral es fundamental para poder abordar una cuestión cada vez más urgente para la sociedad.
El 8 de marzo de 2018 se produjo un cambio en la percepción de la importancia de la igualdad de género en España. Hasta este momento no se había manifestado de una manera tan colectiva e imperante la oposición a las desigualdades y la necesidad de avanzar con determinación hacia una igualdad efectiva de la mujer en muchos de las áreas donde todavía no es una realidad.
La medición de la desigualdad laboral de la mujer
Si nos ceñimos al ámbito de la mujer en el trabajo, y en especial, a la desigualdad en la posición de la mujer en los ámbitos de decisión, durante la última década, se han desarrollado multitud de estudios, encuestas y análisis. Cada uno de ellos, centrándose en una perspectiva, vienen a cuantificar la brecha de la desigualdad, a analizar sus causas y proponer acciones a empresas, administraciones públicas y a las propias mujeres. Así hacía ya el informe elaborado por PwC en 2012 La mujer directiva en España.
Otros informes a nivel global, han cuantificado los impactos económicos de dichas desigualdades, han buscado la correlación entre mujeres directivas y los beneficios empresariales, han vinculado la igualdad de género con la retención del talento, han conectado con la importancia de la mujer como consumidora y han demostrado que los equipos diversos toman mejores decisiones.
“Los fondos de inversión han empezado a cuestionar los consejos de administración en los que no existe una representación adecuada de mujeres”
De manera exponencial, se han multiplicado los artículos de opinión, los foros de discusión, el asociacionismo de las mujeres ejecutivas, los comentarios en redes sociales y los eventos sobre el papel de la mujer en el ámbito empresarial. Todos ellos en mayor o menor medida, con un objetivo similar, avanzar hacia una sociedad donde la igualdad de la mujer en el mundo laboral sea una realidad.
Los fondos de inversión han empezado a cuestionar los consejos de administración en los que no había una representación adecuada de mujeres. En paralelo no pocos países han legislado, en especial en lo relacionado con la participación de la mujer en los consejos de administración. En España, la Ley de Igualdad de 2007 y el Código de Buen Gobierno lo hacen en un modelo de recomendación, no de obligación.
#MeToo
Todo ello ha hecho que se haya creado de manera lenta pero continua, una presión en la sociedad, sobre la necesidad de avanzar. En 2017, el movimiento #MeToo atrajo la atención de la opinión pública hacia los retos a los que se enfrentan las mujeres dentro y fuera del trabajo. Pero este impulso para el cambio se estaba construyendo silenciosamente desde mucho antes.
“Las habilidades y la experiencia que aportan las mujeres ha demostrado ser decisiva tanto en la toma de decisiones estratégicas como en la ética y la sostenibilidad empresarial”
Conseguir la igualdad de género en el terreno profesional es uno de los principales retos a los que se enfrentan los líderes empresariales de hoy en día. Según la 21º Encuesta Anual de CEOs de PwC, el 38% de los primeros ejecutivos se muestra preocupado por la escasez de talento. Atraer y retener el talento, incluido el talento femenino, es imprescindible para el éxito de los negocios. Las habilidades y la experiencia que aportan las mujeres ha demostrado ser decisivas tanto en la toma de decisiones estratégicas como en la ética y la sostenibilidad empresarial. Las compañías que no promuevan entornos seguros, equitativos y libres de prejuicios para todos sus empleados están asumiendo un grave riesgo.
El papel del líder en el impulso del talento femenino
El mundo empresarial está actuando, y la diversidad de género ha empezado a ser tema de atención en muchos comités de dirección que hasta ahora no lo tenían entre sus prioridades. Pero a pesar de todo ello y que la mujer lleva años incorporada al mercado laboral en la mayoría de sus profesiones, el avance no es suficiente, ni en velocidad, ni en los diferentes escalones de la pirámide empresarial.
Según analiza el informe de PwC “Time to Talk, hay tres elementos esenciales que los líderes de las empresas deben afrontar para avanzar en igualdad de género, y de esta forma ayudar a las mujeres en el progreso de su carrera profesional en el siglo XXI:
- Transparencia y confianza. Las mujeres necesitan mayor transparencia para saber dónde están, cómo desarrollar su carrera con éxito y poder confiar en el feedback que reciben. Mayor transparencia en este sentido fomentará entornos de trabajo más inclusivos, que ofrezcan a todos -hombres y mujeres- mayores oportunidades para desarrollar su máximo potencial.
- Apoyo estratégico. Las mujeres necesitan líderes proactivos que las promuevan. La cuestión no es que los hombres retrocedan, si no que existan modelos a seguir, de ambos sexos, que apoyen a las mujeres con compromiso y dedicación
- Equilibrio entre la vida personal y profesional. Las mujeres necesitan líderes que se cuestionen el equilibrio entre la vida personal y profesional, y que aporten soluciones que funcionen. Los líderes de las empresas deben ser capaces de reconocer que muchos empleados demandan mayor flexibilidad, que no es una cuestión de género o de una etapa específica de la vida.
En muchas organizaciones, alguno de estos elementos falla o está ausente y las mujeres afirman que no tienen lo que necesitan para progresar. Este mensaje es muy importante como para ignorarlo: la igualdad no puede ser un proyecto en curso, tiene que convertirse en un imperativo para el éxito.