La transformación de la pirámide de la población y la despoblación rural son dos de los grandes problemas a los que nos enfrentamos como sociedad, y también como empresa. Estos cambios tienen un impacto inmediato: el envejecimiento de la población y la polarización de la población en los principales núcleos urbanos, lo que ha provocado el fenómeno de la España vaciada. Esto está generando nuevas necesidades sociales y retos para las empresas respecto de sus grupos de interés, retos y necesidades que también pueden ser una oportunidad para la actividad.
Para entender mejor este problema no hay nada mejor que observar la pirámide de población española en 2021 que, como vemos en el gráfico, se ha transformado en una peonza. Una figura en la que poco a poco la proporción de personas mayores está superando a la de personas jóvenes, y esta transformación será causa de cambios que ya hemos empezado a notar.
En Fundación SERES identificamos este cambio social como prioritario y nuestro trabajo frente al reto demográfico se inició en 2019. Ese año presentamos el informe Envejecimiento de la población. Un reto social y empresarial, elaborado junto a EY, Ferrovial, Fundación Adecco, Orange, Repsol y Cruz Roja, que nos sirvió para entender mejor el reto demográfico y sus implicaciones sociales y para el negocio. De él podemos destacar dos aprendizajes:
- Las soluciones que pueden aportar las empresas al reto demográfico deben estar basadas en la accesibilidad y en la innovación, ofreciendo soluciones holísticas (que toquen todos los aspectos de la persona) a través de un modelo dinámico (capaz de cambiar y adaptarse), trabajando en red y poniendo a la persona en el centro.
- Esas soluciones deben hacer frente a 4 retos: materiales, salud, sociales y conocimiento.
Pero ¿cuál es la causa de esa transformación de la pirámide la población? El Libro Blanco del Talento Sénior, realizado junto a la Fundación Adecco nos ilustra sobre las causas de ese cambio: bajada de la natalidad e incremento de la esperanza de vida, y de las consecuencias que tendrá en el mercado laboral.
¿Cómo nos afectará el cambio demográfico?
Toda esa transformación que traerá el cambio demográfico influirá notablemente en todos nosotros y en nuestra actividad, pero ¿cómo nos afectará? A continuación y de forma muy breve identificamos algunos de esos cambios:
Entorno laboral
El cambio demográfico tendrá consecuencias en la actividad de nuestra empresa, como por ejemplo:
- Empleados. La diversidad de mis compañeros se incrementará, y lo hará desde dos ángulos: el de la edad y el de la diversidad de nacionalidades. Tendremos compañeros de hasta tres generaciones diferentes, y paulatinamente deberá generarse un incremento de empleados de otras nacionalidades que vengan a suplir las carencias de mano de obra. Por ello tendremos que desarrollar herramientas que nos permitan sacar el máximo provecho de esa diversidad.
- Clientes. El perfil de nuestros clientes cambiará. Los clientes de más edad ganarán peso y su capacidad de compra será mayor, con lo que los servicios y acciones de márquetin deberán adaptarse a este perfil de clientes.
- Productos. El incremento de la esperanza de vida generará nuevas necesidades y la demanda de nuevos productos, o la adaptación de productos existentes a un perfil de clientes de una mayor edad que la inicial para la que fueron diseñados. Esto exigirá a la empresa estar atenta y reaccionar ante los cambios en la demanda.
Entorno social
Y también tendrá impacto en todos nosotros:
- Personal. Nuestro incremento de la esperanza de vida provocará dos cambios significativos a título personal: alargamiento de la vida laboral y necesidad de prestar una mayor atención y recursos al cuidado de la salud. Por lo que tendremos que asumir estos cambios y planificarlos con suficiente antelación.
- Familiar. Nuestros familiares, amigos, vecinos, … también envejecerán y deberemos descubrir una nueva forma de convivencia.
- Ocio. Cambio de actividades o adaptación de las actividades a nuestra nueva situación personal.
Un adelanto lo hemos podido ver con la pandemia de la COVID-19, que nos ha permitido identificar uno de esos nuevos cambios: la brecha digital. El incremento de la utilización de las nuevas tecnologías para comunicarnos, comprar, tener una cita médica… ha generado una brecha de conocimiento en las personas mayores, brecha que tenemos que atajar y evitar que se vuelvan a generar otras similares.
Y como hemos comentado, todo esto podemos analizarlo desde el ángulo de negocio. En esta imagen podemos ver la renta media por persona en 2020. Las personas de más de 45 años disponen de una renta un 10% superior a la de las personas de 30 a 44 años, pero en el caso de los mayores de 65 años esa diferencia es de casi el 20%.
Con esta diferencia de renta y el volumen de población mayor, parece lógico pensar que las empresas deben prestar atención a las personas mayores. No únicamente para dar respuesta sus retos sociales, también para adaptar sus productos y servicios a sus necesidades y evitar ser fuente de nuevas desigualdades, convirtiéndose además en una oportunidad de negocio.