Los días 25, 26 y 27 de noviembre tuvo lugar en Ginebra el VIII Foro de Empresas y Derechos Humanos organizado por las Naciones Unidas. Este foro es el mayor encuentro anual del mundo sobre las empresas y los derechos humanos con más de 2.000 participantes: representantes de gobiernos, empresas, sociedad civil, despachos jurídicos, inversores, organismos de la ONU, instituciones nacionales de derechos humanos, grupos sindicales, universitarios y medios de comunicación.
Durante tres días los participantes asisten a más de 60 debates sobre temas relacionados con los Principios Rectores sobre las empresas y los derechos humanos (PPRR) con el fin de compartir conocimiento y promover el diálogo y la cooperación sobre cuestiones relacionadas con las empresas y los derechos humanos.
El título de esta VIII edición del foro: “Es hora de actuar: los gobiernos como catalizadores del respeto de los derechos humanos por parte de las empresas”, pone el foco en los Gobiernos y en su responsabilidad de regular para proteger y asegurar el deber de las empresas de respetar los derechos humanos.
Empresa y derechos humanos, a debate en Naciones Unidas
Los PPRR establecen la necesidad de colaboración entre empresas, gobiernos e instituciones de la sociedad civil para poder abordar con éxito asuntos relacionados con los derechos humanos. Por ello, uno de los temas más debatidos en el foro ha sido el impacto social de la colaboración en forma de MSI (Multi-stakeholder initiatives) que han ido desarrollándose en las diferentes industrias en la última década. Iniciativas como Accord en sector textil, Cocoa Initiative para el sector del cacao o Fairmined en el sector de extracción de minerales, ponen de manifiesto cómo la colaboración entre empresas, gobiernos y agentes de la sociedad civil impulsan la protección y el respeto de los derechos humanos.
El diálogo, el establecimiento de compromisos vinculantes, el control, la transparencia y la rendición de cuentas se consideran factores clave para el éxito de las MSI. Todas ellas impulsan la transparencia presentando objetivos, indicadores de medición, cifras de cumplimientos e incumplimientos, case studies , mapas de impacto, sanciones, etc
En muchos casos estas iniciativas están supliendo las brechas regulatorias y el papel de los Gobiernos como responsables de la “protección de derechos humanos” y por ello se hace un llamamiento a una mayor presencia de los reguladores. En esta línea se ha resaltado el nuevo Código de Gobierno Corporativo de Reino Unido cuyo primer principio declara: “Una empresa de éxito está dirigida por un consejo de administración eficaz y emprendedor, cuyo papel es promover el éxito sostenible a largo plazo de la empresa, generando valor para los accionistas y contribuyendo a la sociedad en general”. Y aunque parezca menor, esta “y” supone un cambio radical en el rol que se otorga a los órganos de gobierno en el deber de contribución de la empresa a la sociedad.
Digitalización e Inteligencia Artificial, una cuestión ética
Otro de los temas “estrella” de esta edición, en el que también juegan un papel decisivo gobernantes y líderes empresariales, ha sido el impacto que la digitalización y la inteligencia artificial pueden tener en la sociedad. Los debates sobre la ética de la inteligencia artificial, el riesgo de deshumanización en la toma de decisiones, la transparencia sobre los algoritmos o la seguridad vs. privacidad ocuparon gran parte del foro.
Las grandes empresas tecnológicas han sido nombradas en repetidos debates por su responsabilidad sobre temas tan sensibles como la venta de personas desde Apps accesibles desde sus plataformas, (Syllicon Valley´s slave market) o la venta de datos para modificar comportamientos de ciudadanos en procesos electorales. El sector tecnológico está menos regulado que sectores como el energético, financiero o sanitario y por eso se espera que las empresas estén al nivel de lo que la sociedad espera de ellas “ y contribuyan a la sociedad de manera positiva” asumiendo la responsabilidad que conlleva el poder que tienen y promoviendo MSI, (como la Global Network Initiative) que aseguren el diálogo, la transparencia y la rendición de cuentas.
Las Tech companies también han sido foco de atención en su papel como “media”, como altavoces del “discurso del odio” o como plataformas para la divulgación de “fake news”, además de ser los receptores de más del 50% de los ingresos por publicidad. Por ello la Global Alliance for Responsible media propone la adhesión a principios básicos sobre publicidad responsable: consentimiento informado, diversidad de contenido, erradicación del discurso del odio, protección de menores y no publicidad en canales de fake-news.
Las iniciativas multistakeholder ponen de manifiesto que las empresas han tomado conciencia de su responsabilidad en muchos casos con más determinación que los gobiernos.
Como conclusión del foro, se celebran los avances en la protección de derechos humanos en sectores como el cacao o el retail y se valora en especial el éxito de las colaboraciones multistakeholder para lograr estos avances. Las iniciativas multistakeholder ponen de manifiesto que las empresas han tomado conciencia de su responsabilidad en muchos casos con más determinación que los gobiernos. Ahora tenemos por delante nuevos retos, en general ligados a la digitalización y en particular al sector tecnológico. Se espera que el camino recorrido en otros sectores y ámbitos sea una guía para abordar estos retos con responsabilidad y asegurar que la cuarta revolución tecnológica lleve a construir un mundo más justo y humano.