Una nueva generación de empleados se incorpora al mundo laboral con una motivación clara: impactar positivamente en la sociedad. Por esa razón, el término “voluntariado corporativo” empieza a resonar en las compañías desde hace algún tiempo.
Pero ¿cuáles son las principales características de esta nueva fuerza laboral y por qué orienta sus intereses hacia un impacto social?
Según el Millenial Survey 2018, esta generación, conformada por jóvenes que nacieron entre enero de 1983 y diciembre de 1994, poco a poco se abre espacio en las corporaciones, ocupando progresivamente posiciones senior desde las cuales logran influir en la visión de estas organizaciones frente a los retos sociales, medioambientales y económicos actuales.
El 39% de los encuestados opinó que las empresas tenían que aportar en la mejora de los sectores educación, salud y bienestar, y un 36% planteó que son las compañías las que deben promover la innovación y el desarrollo de nuevos productos y servicios.
En ese escenario, los jóvenes trabajadores de hoy buscan líderes empresariales que promuevan y generen de forma proactiva un impacto positivo en la sociedad, buscan desarrollar su carrera profesional en entornos diversos e inclusivos y reclaman de las organizaciones un propósito claro vinculado a generar beneficios para todos sus stakeholders. Estos aspectos son clave a la hora de tomar la decisión de formar parte del equipo en una empresa.
El efecto dominó de esta nueva forma de ver a las empresas es una de las razones de que hoy en día desde las corporaciones se promueva la responsabilidad social corporativa a través de iniciativas de voluntariado corporativo, tal y como lo detalla el V Informe del impacto social de las empresas, elaborado conjuntamente por SERES y Deloitte,
Voluntariado corporativo: la apuesta de las empresas
El 83% de las empresas que formaron parte del análisis del informe ofrece programas de voluntariado corporativo. Esto se traduce en que, en 2017, 118.304 empleados participaron en este tipo de actividades.
Además, el informe destaca una diferencia importante de cara al tamaño de las empresas participantes. Las de menor tamaño (aquellas con menos de 1.000 empleados) han implementado programas de voluntariado en las que participan un 14,7%, un mayor número de empleados frente a las empresas más grandes (por encima de 50.000 empleados) con más del 10% de la plantilla participando en programas de voluntariado.
Las iniciativas en este ámbito son numerosas. Según el informe La acción voluntaria: solidaridad y juventud en España, elaborado por la Plataforma del Voluntariado en España Entre las más comunes en España destacan el voluntariado social, con proyectos orientados al acompañamiento de la niñez, apoyo escolar, y actividades deportivas, y el voluntariado ambiental, con jornadas de vigilancia forestal, reforestación de bosques, mantenimiento de áreas verdes, así como actividades de sensibilización y educación medio ambiental.
Empresas con propósito, empresas altamente productivas
El informe también destaca cómo las empresas han considerado los ODS como parte de sus estrategias de RSC y de sus operaciones, así como de su actividad diaria. Una prueba de ello es que 3 de cada 4 empresas participantes tienen un plan para extender sus políticas de RSC a la cadena de valor.
Es este enfoque el que motiva a esta nueva fuerza laboral y el que puede generar impactos en la productividad de la misma:
- Generando motivación y fidelizando a los millennials, la nueva fuerza laboral: una empresa con propósito, cuyo impacto transciende de lo comercial a lo social estará entre las primeras opciones en las que el talento del futuro se fije.
- Involucrando y desarrollando a través del voluntariado corporativo y la RSC, capacidades en los empleados de una forma mucho más efectiva y orientada a resultados.
- Aportando a la innovación: en muchos casos el proyecto de voluntariado corporativo parte de la iniciativa de los empleados, fomentando el diseño e implementación de estos, abriendo un importante paso a la innovación.
- El beneficio de las empresas al implementar estas prácticas es contar con equipos altamente motivados y por lo tanto mucho más productivos.
Este nuevo contexto laboral representa un reto importante para las compañías, pero también una gran oportunidad. Atraer al mejor talento será posible si se mejoran prácticas socialmente responsables en la empresa. A su vez este cambio en el mindset de las corporaciones impactará positivamente en ámbitos sociales, económicos y medioambientales, pero fundamentalmente abrirá camino a la formación de nuevos líderes empresariales comprometidos con la sostenibilidad y el impacto positivo de sus acciones.