En Ecoembes creemos en las segundas oportunidades. Igual que los envases son reciclados para tener una nueva vida, las personas que están pasando por una situación difícil también merecen una segunda oportunidad y el reciclaje puede ser una palanca para conseguirlo.
Ecoembes acaba de crear un nuevo espacio de encuentro, abierto a todas las empresas del ecosistema del reciclaje con las que colabora ―envasadoras, distribuidoras, operadores de gestión de residuos, recicladores, etcétera― y hace un llamamiento para crear un compromiso colectivo con el propósito de que el empleo “verde” sea también empleo inclusivo.
‘Reciclar para cambiar vidas’ es un proyecto de inclusión social desde la inserción laboral de personas en situación de vulnerabilidad. El objetivo es fomentar su contratación en el sector del reciclaje y los residuos, y contribuir así a mejorar la vida de las personas que buscan una segunda oportunidad.
‘Reciclar para cambiar vidas’ es un ejemplo que materializa al 100% el claim de Ecoembes: “El poder de la colaboración”. Ecoembes aporta lo que mejor sabe hacer: reciclar y colaborar. Y aprovecha su red de más de 13.000 empresas con las que se relaciona habitualmente para hacer posible el reciclaje de envases y así también conseguir que personas que pasan por una situación de dificultad en sus vidas encuentren en el reciclaje una nueva oportunidad que les ayude. Podríamos afirmar que somos la parte ambiental del proyecto.
“El proyecto ‘Reciclar para cambiar vidas’ busca mejorar la vida de las personas que buscan una segunda oportunidad a través de la contratación en el sector del reciclaje y los residuos”
La obra social de la Caixa, socio referente en inclusión social, es esencial en esta iniciativa de Ecoembes, dado que pone al servicio del proyecto su programa Incorpora, sus más de 750 técnicos, expertos en inserción laboral de personas desfavorecidas, por todo el territorio nacional. Nos ayudan a conectar oferta (puestos de trabajo) y demanda (personas en riesgo de exclusión y en búsqueda de empleo) de una forma ágil y profesional. El proyecto se completa con un ambicioso programa de mejora de la empleabilidad, una formación práctica, especializada en gestión y tratamiento de residuos, que se complementa con prácticas en empresas, y una experiencia laboral que sirve de entrenamiento y de trampolín a un futuro puesto de trabajo en muchas ocasiones.
Las empresas son la tercera parte esencial de este proyecto, ya que son las que finalmente generan las oportunidades laborales, las que en definitiva hacen posible alcanzar nuestro propósito. Son imprescindibles. Por eso, Ecoembes ha creado la nueva Red de empresas Colaboradoras, para poner en valor su contribución, hacerles parte protagonista del proyecto y cuidarlas y ofrecerles herramientas que a ellas les aporte valor. Asesoramiento fiscal, servicio de pre selección de candidatos a vacantes de empleo o la posibilidad de acoger en prácticas a personas de nuestros cursos son algunos de los servicios a los que pueden acceder de forma gratuita.
“Ecoembes ha creado una Red de empresas Colaboradoras para hacerles parte protagonista del proyecto y ofrecerles herramientas que a ellas les aporte valor”
Cada uno haciendo su parte y aportando lo que mejor sabe hacer se podrán alcanzar resultados aún mejores y, lo más importante, un mayor número de personas que encuentran un empleo en el ámbito del reciclaje o en el sector de los residuos.
Las experiencias previas, los resultados alcanzados y el aprendizaje adquirido durante tres años de proyecto permiten a Ecoembes dar este paso hacia adelante. Solo en el último curso desarrollado en el marco del proyecto se arrojan datos muy interesantes, que pueden resumirse en una tasa de inserción del 85%. Esto supone que cuatro de cada cinco alumnos del curso han encontrado un empleo en reciclaje y/o gestión de residuos gracias a la formación recibida, que incluye prácticas en empresas, donde han conseguido un contrato laboral al finalizar las mismas.
“Solo en el último curso cuatro de cada cinco alumnos han encontrado un empleo en reciclaje y/o gestión de residuos gracias a la formación recibida”
Desde este proyecto social ha habido mucho aprendizaje, que, en esencia, podemos resumir en cuatro reflexiones:
1. Para hacer algo grande es necesario trabajar en alianzas.
2. Cuanto más ‘pegados’ al negocio estén los proyectos sociales, a la estrategia de la compañía, mucho mejor. Si contribuye a cumplir objetivos corporativos el proyecto será bienvenido y valorado por la alta dirección.
3. Es interesante pensar en clave win-win. Focalizarse en la generación de impacto social sí, pero también generar valor o retorno para cada uno de los socios o colaboradores del proyecto social.
4. La figura del coordinador del proyecto, imprescindible. Liderazgo, escucha activa, flexibilidad para hacer evolucionar el proyecto hacia la mejora continua, son cualidades necesarias.
El mundo está cambiando a un ritmo exponencial. Nuevos retos y desafíos de índole social y ambiental reclaman respuesta. Las empresas podemos (y debemos) ser agente de cambio, parte de la solución. Debemos innovar y llevar a la sociedad nuevas propuestas que, desde el propio negocio, aporten valor al conjunto de la sociedad. Porque no hay planeta B. Porque las empresas no pueden triunfar en sociedades que fracasan. Hay necesidad. Hay oportunidad. Solo hace falta compromiso y liderazgo para materializar y catalizar el cambio hacia una sociedad mejor. Proyectos de Ecoembes como este o de otros ámbitos como la innovación sostenible, la economía circular o la educación ambiental suponen un paso al frente hacia la colaboración y la creación de un planeta mejor.