En Merck tenemos el propósito de lograr el progreso humano sostenible, y trabajamos cada día para prolongar y mejorar la calidad de vida de las personas. Esto lo hacemos desde nuestras tres áreas de negocio, Healthcare, desde donde buscamos encontrar los mejores tratamientos para dar respuesta a necesidades médicas no cubiertas, Life Science, donde aportamos tecnologías para la investigación a la comunidad científica, y Electronics, donde desarrollamos todo lo necesario para avanzar hacia un mundo cada vez más conectado.
“Hemos mantenido intacta nuestra esencia original: enfocar nuestra curiosidad en beneficio de la sociedad”
La sostenibilidad es uno de nuestros activos y nuestro enfoque es sencillo: nos apoyamos en nuestra experiencia en ciencia y tecnología para abordar los desafíos globales, llevamos haciéndolo más de 350 años y adaptándonos a las necesidades de cada momento. Esto ha sido posible gracias a que hemos generado una infraestructura de innovación y, al mismo tiempo, hemos mantenido intacta nuestra esencia original: enfocar nuestra curiosidad en beneficio de la sociedad.
Nuestras acciones van en línea con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el Pacto Verde Europeo y la estrategia 2050 de la Unión Europea. Hoy, en el Día Mundial de la Salud, me quiero centrar en el ODS3, relativo a la salud y el bienestar, que señala la importancia de “garantizar una vida sana y promover el bienestar para la construcción de sociedades prósperas”. Para lograr su cumplimiento, investigamos y desarrollamos biomarcadores y terapias dirigidas en las áreas de inmuno-oncología, oncología e inmunología para dar una respuesta personalizada frente a patologías de alto impacto en la vida de los pacientes, como son la esclerosis múltiple, el cáncer colorrectal, de cabeza y cuello o de vejiga, y trabajamos para vencer el reto demográfico al que se enfrentan España y Europa a través de nuestros tratamientos de fertilidad.
En las últimas décadas hemos asistido a un aumento gradual de los riesgos sobre la salud asociados a un estilo de vida más urbano y sedentario, peores hábitos de alimentación y sueño, y la exposición a agentes ambientales nocivos. Estos riesgos han hecho que los cuadros patológicos sean distintos y requieran un cambio de paradigma en la atención sanitaria.
“La pandemia ha puesto en evidencia la importancia de las alianzas. Ha quedado demostrado que uniendo fuerzas conseguimos avanzar más rápido”.
Por esa razón, potenciamos la innovación en salud para contribuir a la sostenibilidad del sistema sanitario, y lo hacemos pasando del tradicional modelo de “talla única”, en el que se utiliza una misma terapia para tratar a todos los pacientes, a estrategias de prevención y tratamientos individualizados para lograr mejores resultados. Además de incrementar las posibilidades de éxito de una terapia, estamos contribuyendo a facilitar la toma de decisiones de los profesionales sanitarios, ahorrando tiempo y dinero al sistema de salud.
La pandemia ha puesto de manifiesto que las soluciones digitales pueden aportar muchos beneficios, no solo acelerando la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos, sino también reduciendo los tiempos de producción e incluso mejorando los procesos que garantizan la calidad y seguridad de las cadenas de suministro. También nos van a permitir avanzar en la prevención, diagnóstico temprano o respuesta a tratamientos como está sucediendo ya en Medicina Individualizada Molecular.
“Todos los que formamos parte de esta compañía compartimos un objetivo: lograr un impacto positivo en la vida de las personas”.
La pandemia ha puesto en evidencia la importancia de las alianzas, y el ODS 17, por el que trabajamos desde Merck, habla precisamente de ellas, porque ha quedado demostrado que uniendo fuerzas conseguimos avanzar más rápido.
En este sentido, me gustaría destacar que en Merck colaboramos estrechamente con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su programa para erradicar la esquistosomiasis, una de las enfermedades parasitarias más comunes y devastadoras, con más del 90% de los casos en el África subsahariana y por la que cada año fallecen unas 200.000 personas, principalmente niños. Desde 2007, Merck ha donado 1.500 millones de dosis que han permitido tratar a más de 600 millones de escolares en 47 países distintos.
Todos los que formamos parte de esta compañía compartimos un objetivo: lograr un impacto positivo en la vida de las personas, atendiendo las necesidades de los 90 millones de pacientes que tenemos en todo el mundo, y trabajando para lograr un mayor reconocimiento del valor de la I+D+i al servicio de la sociedad, la sostenibilidad y la competitividad de la economía española.