
Cada año, se desperdician en el mundo más de 1.300 millones de toneladas de alimentos, lo que representa cerca de un tercio de la producción total. Esta pérdida tiene un coste económico estimado de más de 940.000 millones de dólares, genera el 8-10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y perpetúa una injusticia social: mientras millones de personas sufren hambre, toneladas de alimentos aptos para el consumo acaban en la basura.
En España, el problema también es alarmante: se desperdician 7,7 millones de toneladas de comida al año, y una parte significativa proviene de los hogares. AECOC, a través de su iniciativa “La Alimentación no tiene desperdicio”, subraya la importancia de concienciar al consumidor y fomentar su colaboración activa para reducir el desperdicio personal.
La reciente Ley 1/2025 de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario marca un hito al establecer obligaciones concretas para todos los agentes de la cadena alimentaria, promoviendo la donación, la reutilización y la concienciación ciudadana.
Ebro Foods: compromiso sistémico contra el desperdicio
En Ebro Foods, llevamos años trabajando para reducir el desperdicio alimentario desde una perspectiva sistémica, integrando soluciones sociales, económicas y medioambientales. Este enfoque está plenamente alineado con nuestro plan de sostenibilidad “RUMBO A 2030”, donde el desperdicio ocupa un lugar destacado.
Entre nuestras principales líneas de actuación destacan:
- Donación sistemática de excedentes a bancos de alimentos, como política interna consolidada. Se trata de productos perfectamente aptos para el consumo que, por motivos logísticos o de etiquetado, no pueden comercializarse.
- Participación activa en la iniciativa “La Alimentación no tiene desperdicio” de AECOC, desde sus inicios. Este programa promueve la eficiencia en toda la cadena de valor, la redistribución de excedentes y la sensibilización social.
- Sensibilización interna y externa, a través de nuestra newsletter corporativa y el blog sentirsebiensenota.com, donde compartimos consejos, recetas de aprovechamiento y reflexiones sobre el valor de los alimentos.
- Recetas de aprovechamiento bajo la marca SOS, especialmente en campañas navideñas, y como parte del proyecto social Gastronomix, del que somos patrocinadores principales. Este programa forma a jóvenes en cocina responsable, integrando el aprovechamiento como un valor esencial.
- Reutilizamos los excedentes de nuestras materias primas dándoles un segundo uso como alimentación animal, fertilizantes orgánicos, camas de ganado o valorizándolos en energía verde. Esta práctica reduce el uso de combustibles fósiles y convierte un residuo en recurso.
- Alianzas y acuerdos con entidades sociales y socios comerciales, que nos permiten dar salida a productos excedentes, contribuyendo a evitar su desperdicio.
Una causa que nos une
Como expresó Blanca Hernández, presidenta de la Fundación Ebro:
“No podemos permitirnos tirar comida mientras hay personas que la necesitan. Cada alimento salvado representa el esfuerzo de toda la cadena agroalimentaria: agricultores, ganaderos, transportistas y distribuidores. Es una cuestión de justicia, eficiencia y sostenibilidad.”
En Ebro Foods creemos que reducir el desperdicio alimentario es una oportunidad para generar un triple impacto positivo:
- Económico, al optimizar recursos y reducir costes.
- Social, al contribuir a la seguridad alimentaria y apoyar a colectivos vulnerables.
- Ambiental, al disminuir la huella de carbono y el uso innecesario de recursos naturales.
Pero también creemos que este reto no puede afrontarse solo desde las empresas, requiere una llamada a la acción colectiva. Los hogares, los consumidores, las administraciones públicas, los centros educativos, las organizaciones sociales y los medios de comunicación tienen un papel clave. Reducir el desperdicio alimentario exige conciencia, compromiso y colaboración de toda la sociedad.