La integración y el desarrollo de los colectivos más vulnerables es uno de los retos de nuestra sociedad. Según el VIII Informe anual de seguimiento del indicador AROPE (At Risk Of Poverty and/or Exclusion, según sus siglas en inglés) en España hay un total de 12.338.187 personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social, lo que supone un 26,6 % de la población residente.
Para avanzar en la consecución de este reto, la RSC se enfoca en la creación de valor compartido, tanto para la compañía como para la sociedad, que fomente la inclusión de estos colectivos.
Entender el país para atenderlo: qué está pasando en España
Según el informe “Desigualdad 1 – Igualdad de oportunidades 0” de Oxfam Intermón, la desigualdad en España se ha visto muy intensificada por la reciente crisis económica. Como consecuencia, nuestro país se ha convertido en el cuarto más desigual de la UE.
El informe identifica 617.000 hogares sin ningún tipo de ingreso en 2017 y un incremento de la desigualdad de renta, producto de la dificultad de los hogares de ingresos más bajos para recuperarse del impacto del colapso financiero de 2008.
Esto se refleja en las preocupaciones de los ciudadanos españoles, tal y como lo revela el Barómetro de diciembre de 2018 del CIS. En el último estudio del 2018, el 59% de los españoles reconoce el paro como el principal problema del país, considerando la sanidad en el quinto lugar (12.9%) y la educación dos posiciones más abajo (9%).
Estos son los ámbitos en el que las empresas participantes en el V informe del impacto social de las empresas elaborado por la Fundación SERES, en colaboración con Deloitte, han mostrado un mayor interés en aportar soluciones, encontrando en la RSC la oportunidad y el medio para impulsar el desarrollo social y económico del futuro.
Principales colectivos beneficiarios de los programas de RSC
Cada año las empresas que forman parte de la Fundación SERES participan en la medición y evaluación de los resultados de su gestión en RSC. En los cinco años en los que el informe se ha realizado, los resultados han mostrado un incremento sostenido en el número de proyectos desarrollados y en el número de beneficiarios impactados por las iniciativas de RSC.
En 2017 se ejecutaron 9.023 proyectos, que beneficiaron a 32,7 millones de personas, lo que supone más de un 4% de incremento con respecto a la edición de 2016. De estos, 24,2 millones fueron beneficiarios directos. El análisis por colectivo muestra como principal beneficiario directo de estos proyectos a la infancia y juventud (35%).
Atendiendo al volumen de empresas que han manifestado dirigirse a cada uno de los colectivos, destaca también la infancia y juventud como colectivo target para el 62% de las empresas analizadas, seguido en importancia por el colectivo de sociedad en general, abordado por el 46% de las compañías participantes.
En tercer lugar, se encuentran las personas desempleadas, un colectivo objetivo para más del 40% de las empresas. Se observa, además, respecto al informe anterior, una mayor tendencia a dirigirse a colectivos de carácter más social, reduciendo el número de empresas que orientan sus políticas de RSC al ámbito empresarial y del empleo.
A estos datos se suma la destacada contribución de las compañías frente al desafío de integrar laboralmente a colectivos desfavorecidos. El 60% de las empresas ha llevado a cabo proyectos relacionados con la integración laboral. Por otro lado, la integración de colectivos desfavorecidos en las plantillas de las empresas representa el 87%, un incremento respecto al 2016 (78%).
ODS 10: trabajando para reducir las desigualdades
Las conclusiones del informe elaborado por SERES y Deloitte demuestran que el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 10, cuya meta es erradicar las desigualdades, recibe una gran atención por parte de las empresas españolas. Concretamente, un 56% de las compañías dirigen sus esfuerzos hacia la reducción de las desigualdades entre diferentes colectivos.
Ahora que la hoja de ruta para alcanzar una economía, medioambiente y sociedad sostenibles está marcada por el compromiso hacia los ODS, las compañías españolas ven sus iniciativas fortalecidas y alineadas a nivel internacional. El reto de los próximos años será, probablemente, conseguir un crecimiento económico sostenible que vincule su modelo de negocio con todos estos colectivos y que el impacto de estas acciones sea aún más relevante.