Producción y consumo responsables, la aportación de las compañías al ODS 12

Con motivo de la celebración del Día Internacional del Consumo Responsable, que se celebra el 15 de marzo, conviene recordar el papel que desempeñan las empresas en este sentido. Atender esta cuestión es crucial para poder asegurar una mejor calidad de vida para todos. El Objetivo de Desarrollo Sostenible 12, garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles de las Naciones Unidas pone el foco precisamente en este desafío global.

Y es que, según destaca la ONU, si la población mundial llegase a alcanzar los 9600 millones en 2050, se necesitaría el equivalente de casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales precisos para mantener el estilo de vida actual.

ods 12

Para evitar los costes económicos, ambientales y sociales, las empresas deben tener en cuenta en su desarrollo de negocio criterios de producción y consumo responsable. Desde la Fundación SERES, somos conscientes de que están ya trabajando ante este desafío. De hecho, el 50% de las compañías participantes en la última edición del informe del Impacto Social de las empresas, que elaboramos junto a Deloitte, afirma estar trabajando activamente en garantizar una producción y consumo responsables.

Como ejemplo de buena práctica, en esta ocasión destacamos el proyecto Moda Circular de El Corte Inglés.

Moda Circular, la apuesta de El Corte Inglés por la producción y consumo responsables

El Corte Inglés apuesta por un modelo de negocio y producción responsable donde uno de los rasgos principales es el consumo sostenible. Su actividad se apoya sobre los tres pilares fundamentales de la sostenibilidad: económico, social y medioambiental.

Desde 2017 tiene en marcha “Moda Circular”, junto a Cáritas, un proyecto diferenciador que tiene como objetivo principal promover la economía solidaria. Hasta la fecha no existía un plan organizado e integrado en el negocio de la gestión de todo el residuo generado.

producción y consumo responsable

Más allá de los evidentes beneficios medioambientales, el programa posee un destacado impacto social: “Con Moda Circular queremos participar en la economía circular con una orientación no solo de mejora ambiental sino también social, generando empleo social y sostenible en las entidades de economía social y su posterior inserción en el mercado laboral ordinario”, aseguran desde la compañía, “además de fomentar la transparencia y concienciar a nuestros stakeholders, favoreciendo la información y la sensibilización”.

“Moda Circular”, las claves de este modelo de producción y consumo responsable

¿Cómo funcional Moda Circular?

  • Recogida de textil en los centros de trabajo.
    Prendas donadas por clientes o empleados a través de los contenedores en más de 40 centros y muestras o productos con desperfectos.
  • Proceso de clasificación de ese textil en las plantas de Cáritas.
    Reutilización (55%): las prendas se llevan a las tiendas Moda de Cáritas en las que se facilita a las personas con menos recursos ropa de una manera digna pagando un precio muy bajo o con unos “vales” que previamente les han entregado. En estas tiendas se ofrece empleo y formación a personas en riesgo de exclusión social. Reciclado (35%): las prendas se transforman en nuevas fibras. Valorización energética (10%): el textil se transforma en material combustible.
  • Venta de moda sostenible.
    En El Corte Inglés se han elaborado varias colecciones de material sostenible que se han realizado con proveedores que, a su vez, son clientes de las fibras que se generan en las plantas de Cáritas tras el proceso de reciclado. El coste de producción de la moda sostenible es más elevado, pero para el cliente no redunda en el precio final.

producción y consumo responsable

La producción y consumo responsable, una cuestión de competitividad y crecimiento

Los beneficios medioambientales y sociales de apostar por modelos de negocio y producción sostenibles son evidentes. Pero es que, además, aportando a la consecución del ODS 12, la empresa está trabajando en la mejora de su propia competitividad.

El propósito de la empresa en la transformación de la sociedad es un componente fundamental de crecimiento. Una conversación que está sobre la mesa y ha quedado para quedarse. El pasado verano, la Business Roundtable, asociación americana que reúne a 181 directores generales de las mayores compañías del mundo abrazaba una nueva doctrina: el propósito final de las corporaciones privadas debería servir a todos los grupos de interés con los que interactúan.

Por su parte, Larry Fink, CEO de BlackRock en su última carta transmitía un mensaje muy similar: “las empresas deben estar determinadas y comprometidas para adoptar un propósito y responder ante todas las partes interesadas: los accionistas, los clientes, los empleados y las comunidades donde operan. Así, su empresa disfrutará de una mayor prosperidad a largo plazo, al igual que los inversores, los trabajadores y la sociedad en su conjunto”.

En este sentido, el proyecto de `Moda Circular´ de El Corte Inglés muestra excelentes indicadores de éxito:

  • En los 2 años de vida del proyecto se han recogido y donado 189 toneladas de ropa.
  • Involucración y colaboración de más de 150 empleados para su puesta en marcha.
  • La ropa recogida en 2018 generó 2,5 empleos directos.
  • El Corte Inglés cuenta con 92 centros distribuidos por todo el territorio nacional, los cuales visitan más de 500 millones de personas, alcanzando un elevado grado de concienciación y sensibilización.
  • Crecimiento, posicionamiento competitivo y social y reconocimiento de marca: impactos en prensa recogiendo la iniciativa de ECI con Cáritas en la potenciación de una economía circular, solidaria e inclusiva.
  • Retorno de Capital, eficiencia operacional y reducción de costes operativos: reducción de los costes de gestión.
  • Gestión de Riesgos, riesgo regulatorio y menor riesgo de multas: reducción de los riesgos de multas de una inadecuada gestión de los residuos textiles en base a futuras normativas legales en este ámbito.

10 criterios para un consumo responsable y sostenible

Los ODS, marco para avanzar hacia un consumo responsable

Hoy, 15 de marzo, que se celebra el Día Internacional del Consumo Responsable, hemos preparado un listado de los 10 pasos a seguir para llevar a cabo un consumo responsable y sostenible. Conforme a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las Naciones Unidas instan a que revisemos los modelos de consumo y producción de los países industrializados que suponen una de las principales causas del deterioro del medio ambiente, según se recoge en el ODS 12.El consumo responsable responde a una elección de productos y servicios en base a su calidad y precio, a su impacto ambiental y social y a la conducta de las empresas que los elaboran.

«En España, el 60% de las empresas trabaja activamente para garantizar una producción y consumo responsables»

criterios consumo responsable

Todos somos responsables de nuestro consumo y de los impactos sociales y ambientales de la producción. La buena noticia es que en el ámbito empresarial, según se desprende del V informe del impacto social de las empresas, elaborado junto a Deloitte, en España, el 60% de las empresas trabaja activamente para garantizar una producción y consumo responsables.

Sin embargo, más allá del entorno de la RSC empresarial, el consumidor particular es quizá el actor más importante y con mayor potencial en el fomento del consumo sostenible. Por eso, hemos considerado oportuno enumerar estos 10 criterios de consumo para que nuestro día a día se un poco más responsable y sostenible.

[cta titulo=»¿Te gustaría conocer más detalles sobre la evolución de la RSE en España?» enlace=»https://www.fundacionseres.org/Paginas/Campus/InformeImpactoSocialEmpresas.aspx?utm_source=Informes&utm_medium=blog&utm_content=Informe-Deloitte&utm_campaign=ConsumoResponsable» boton=»DESCARGA EL INFORME»]

10 consejos para un consumo responsable

  1. Evitar el consumo prescindible

Si la población mundial, creciendo al ritmo actual, mantuviera su estilo de vida, en 2050 se necesitaría el equivalente a casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales precisos para mantenernos. ¿Realmente es necesario? La diferencia entre necesidad y deseo es difícil de discernir, en gran parte gracias a la publicidad. Antes de comprar, hay que plantearse si ese producto es realmente imprescindible y reducir el consumo a lo necesario.

  1. Información y transparencia

Cuando compres, infórmate sobre cómo se fabrica, qué materias primas se usan, si su proceso de producción impacta al medio ambiente… Para ello es muy importante leer el etiquetado de los productos, pero también investigar por tu cuenta, ya que a veces este no es exhaustivo.

  1. Igualdad de oportunidades y derechos

El consumo responsable debe tener en cuenta también la situación de los trabajadores que han producido el bien, o que proporcionan el servicio. En este sentido, el proveedor deberá garantizar condiciones de trabajo dignas, equidad en política salarial entre sus empleados, igualdad de oportunidades en el acceso al trabajo y puestos de trabajo estables y sostenibles, entre otros aspectos.

  1. Reutilizar los productos con vida útil

Una buena práctica consiste en reutilizar y reparar un producto antes que generar una nueva compra. También existe la opción de llevarlo a un comercio de segunda mano o regalarlo a organismos sociales como albergues o asociaciones benéficas.

  1. Y, si no es posible, reciclar

¿Sabías que reciclar una tonelada de papel salva 17 árboles? ¿Y que recuperar dos toneladas de plástico equivale a ahorrar una tonelada de petróleo? Aprovechar los materiales o sus componentes al finalizar su vida útil reduce la cantidad de residuos y permite obtener materia prima para nuevos materiales más barata que si se fabricasen por primera vez.

  1. Think local

Consumir productos locales no solo ayuda a dinamizar la economía de la región, sino que, en el caso de algunos bienes como los agrícolas permite abastecerse de productos frescos y con más nutrientes. Además, se contribuye a mantener la biodiversidad local reducirás la emisión de gases contaminantes, ya que se evita el transporte desde un lugar más lejano.

  1. Usar energía limpia y de forma eficiente

Optando por energía limpia se realiza una importante contribución al medio ambiente, ya que se evitan efectos negativos como la contaminación del aire, la destrucción de la capa de ozono, la lluvia ácida, la pérdida de biodiversidad, etc… Además, gestos como apagar las luces y aparatos eléctricos que no se estén usando, emplear bombillas de bajo consumo y aprovechar todas las horas de luz natural optimizarán el gasto energético de una forma eficiente.

  1. Transporte sostenible

El uso del transporte público supone un ahorro del 75% de energía al transportar la misma cantidad de personas a la misma distancia. Además, un vehículo propio consume tres veces más energía y produce tres veces más emisiones de gas de efecto invernadero que la media del transporte público.

  1. Pasarse al Comercio Justo

El Comercio Justo es una herramienta de cooperación cuyo objetivo es mejorar el acceso al mercado de los productores más desfavorecidos y cambiar las injustas reglas del comercio internacional que consolidan la pobreza y la desigualdad mundial. Comprando productos con el sello de Comercio Justo se fomenta el desarrollo sostenible y se aseguran los derechos de los productores y trabajadores implicados.

  1. ¿Qué puedes hacer tú?

Además de optar por productos y servicios socialmente responsables, como consumidores tenemos muchas más oportunidades para participar activamente en la responsabilidad social. Son prácticas que van más allá del consumo.

Algunas oportunidades para involucrarse activamente en la sociedad pueden ser realizar una actividad voluntaria, adherirse a un banco del tiempo o usar redes de intercambio ciudadano, ya sean de productos, experiencias, conocimientos o servicios.