En la Fundación Caser, miramos con orgullo nuestros años de compromiso con el desarrollo y la mejora del sistema de atención a la dependencia en España.
Desde nuestros inicios en 2009, nos hemos dedicado a promover el avance del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), acercando perspectivas y siendo pioneros en algunos puntos clave de la investigación en este ámbito crucial para nuestra sociedad.
Es esencial reconocer la interdependencia entre la salud física y el bienestar social, ya que, frecuentemente, los problemas de salud están interrelacionados con factores sociales, económicos y ambientales. Abordar integralmente las necesidades de salud implica considerar también los determinantes sociales que influyen en ellas. Esto requiere una colaboración estrecha entre los servicios sanitarios y los servicios sociales, así como la participación activa de otros actores relevantes, como administraciones y organizaciones comunitarias. Por ello, desde la Fundación Caser hemos organizado gran cantidad de jornadas con las administraciones que se dedican a la aplicación y el desarrollo del sistema de dependencia, de cara a debatir sobre los avances y necesidades del SAAD, lo que ha servido para poner en común el camino que es necesario seguir.
Sin embargo, consideramos fundamental reconocer que el sistema de dependencia ha evolucionado, pero no al ritmo necesario para satisfacer plenamente las necesidades de los usuarios y sus familias, lo que nos exige una reflexión profunda y acciones concretas. Desde la Fundación Caser sabemos de primera mano que uno de los desafíos más urgentes que enfrentamos es la necesidad de mejorar la coordinación sociosanitaria. Para ello, es fundamental aprovechar al máximo la tecnología y los recursos disponibles para facilitar el intercambio de información entre los diferentes actores involucrados en la atención a la dependencia. La creación de redes de trabajo colaborativo entre los servicios sanitarios y sociales permitirá una planificación más efectiva, un seguimiento más preciso y una coordinación más estrecha en la atención ofrecida a las personas dependientes.
Esta integración de esfuerzos es esencial para avanzar hacia un modelo de atención centrado en la persona, que garantice una mayor flexibilidad y una respuesta más personalizada a las necesidades individuales. Pero, además, también consideramos que debemos trabajar en la agilidad y flexibilidad de los procedimientos administrativos, para garantizar una respuesta rápida a las necesidades de las personas dependientes. Esto requiere un compromiso y una voluntad de cooperación entre diferentes niveles de gobierno, así como una asignación adecuada de recursos financieros y humanos para apoyar la implementación de modelos de atención integrada.
Juntos, como sociedad, podemos lograr avances significativos en la atención y el cuidado de las personas que más lo necesitan
En definitiva, avanzar en la coordinación sociosanitaria es una obligación que debemos abordar para fortalecer nuestro Estado de Bienestar y garantizar una atención de calidad a las personas dependientes. Desde la Fundación Caser, estamos comprometidos a seguir trabajando en colaboración con todos los actores involucrados para superar los desafíos actuales y construir un sistema de dependencia más justo, eficiente y centrado en las necesidades de las personas que lo necesitan. Igualmente, a través de nuestros Premios Dependencia y Sociedad, buscamos reconocer a todos los actores que trabajan de manera incesante en la mejora del sistema de dependencia en nuestro país y que, en muchas ocasiones, no tienen la visibilidad que merecen.
Sabemos que juntos, como sociedad, podemos lograr avances significativos en la atención y el cuidado de las personas que más lo necesitan. En este camino hacia una coordinación sociosanitaria más eficaz, cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar. Juntos, podemos hacer realidad una sociedad más inclusiva y solidaria para todos.