Los ODS, marco para avanzar hacia un consumo responsable
Hoy, 15 de marzo, que se celebra el Día Internacional del Consumo Responsable, hemos preparado un listado de los 10 pasos a seguir para llevar a cabo un consumo responsable y sostenible. Conforme a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las Naciones Unidas instan a que revisemos los modelos de consumo y producción de los países industrializados que suponen una de las principales causas del deterioro del medio ambiente, según se recoge en el ODS 12.El consumo responsable responde a una elección de productos y servicios en base a su calidad y precio, a su impacto ambiental y social y a la conducta de las empresas que los elaboran.
“En España, el 60% de las empresas trabaja activamente para garantizar una producción y consumo responsables”
Todos somos responsables de nuestro consumo y de los impactos sociales y ambientales de la producción. La buena noticia es que en el ámbito empresarial, según se desprende del V informe del impacto social de las empresas, elaborado junto a Deloitte, en España, el 60% de las empresas trabaja activamente para garantizar una producción y consumo responsables.
Sin embargo, más allá del entorno de la RSC empresarial, el consumidor particular es quizá el actor más importante y con mayor potencial en el fomento del consumo sostenible. Por eso, hemos considerado oportuno enumerar estos 10 criterios de consumo para que nuestro día a día se un poco más responsable y sostenible.
10 consejos para un consumo responsable
- Evitar el consumo prescindible
Si la población mundial, creciendo al ritmo actual, mantuviera su estilo de vida, en 2050 se necesitaría el equivalente a casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales precisos para mantenernos. ¿Realmente es necesario? La diferencia entre necesidad y deseo es difícil de discernir, en gran parte gracias a la publicidad. Antes de comprar, hay que plantearse si ese producto es realmente imprescindible y reducir el consumo a lo necesario.
- Información y transparencia
Cuando compres, infórmate sobre cómo se fabrica, qué materias primas se usan, si su proceso de producción impacta al medio ambiente… Para ello es muy importante leer el etiquetado de los productos, pero también investigar por tu cuenta, ya que a veces este no es exhaustivo.
- Igualdad de oportunidades y derechos
El consumo responsable debe tener en cuenta también la situación de los trabajadores que han producido el bien, o que proporcionan el servicio. En este sentido, el proveedor deberá garantizar condiciones de trabajo dignas, equidad en política salarial entre sus empleados, igualdad de oportunidades en el acceso al trabajo y puestos de trabajo estables y sostenibles, entre otros aspectos.
- Reutilizar los productos con vida útil
Una buena práctica consiste en reutilizar y reparar un producto antes que generar una nueva compra. También existe la opción de llevarlo a un comercio de segunda mano o regalarlo a organismos sociales como albergues o asociaciones benéficas.
- Y, si no es posible, reciclar
¿Sabías que reciclar una tonelada de papel salva 17 árboles? ¿Y que recuperar dos toneladas de plástico equivale a ahorrar una tonelada de petróleo? Aprovechar los materiales o sus componentes al finalizar su vida útil reduce la cantidad de residuos y permite obtener materia prima para nuevos materiales más barata que si se fabricasen por primera vez.
- Think local
Consumir productos locales no solo ayuda a dinamizar la economía de la región, sino que, en el caso de algunos bienes como los agrícolas permite abastecerse de productos frescos y con más nutrientes. Además, se contribuye a mantener la biodiversidad local reducirás la emisión de gases contaminantes, ya que se evita el transporte desde un lugar más lejano.
- Usar energía limpia y de forma eficiente
Optando por energía limpia se realiza una importante contribución al medio ambiente, ya que se evitan efectos negativos como la contaminación del aire, la destrucción de la capa de ozono, la lluvia ácida, la pérdida de biodiversidad, etc… Además, gestos como apagar las luces y aparatos eléctricos que no se estén usando, emplear bombillas de bajo consumo y aprovechar todas las horas de luz natural optimizarán el gasto energético de una forma eficiente.
- Transporte sostenible
El uso del transporte público supone un ahorro del 75% de energía al transportar la misma cantidad de personas a la misma distancia. Además, un vehículo propio consume tres veces más energía y produce tres veces más emisiones de gas de efecto invernadero que la media del transporte público.
- Pasarse al Comercio Justo
El Comercio Justo es una herramienta de cooperación cuyo objetivo es mejorar el acceso al mercado de los productores más desfavorecidos y cambiar las injustas reglas del comercio internacional que consolidan la pobreza y la desigualdad mundial. Comprando productos con el sello de Comercio Justo se fomenta el desarrollo sostenible y se aseguran los derechos de los productores y trabajadores implicados.
- ¿Qué puedes hacer tú?
Además de optar por productos y servicios socialmente responsables, como consumidores tenemos muchas más oportunidades para participar activamente en la responsabilidad social. Son prácticas que van más allá del consumo.
Algunas oportunidades para involucrarse activamente en la sociedad pueden ser realizar una actividad voluntaria, adherirse a un banco del tiempo o usar redes de intercambio ciudadano, ya sean de productos, experiencias, conocimientos o servicios.